Como buena peronista, le dolió haber perdido ese bastión clave en la elección de 2007. Peor todavía: tampoco pudo recuperarlo en los comicios de 2011 porque el Frente para la Victoria se hundió en un humillante tercer puesto (detrás del socialista Antonio Bonfatti y desplazado por la más que buena performance del cómico Miguel del Sel, en representación de Pro).

En la semana en que bandas armadas, ligadas a negocios turbios de la noche y el narcotráfico volvieron a cobrarse crímenes por ajustes de cuenta mutuos en Rosario, el estado mayor de la usina de medios K -Página 12, Tiempo Argentino, Víctor Hugo y 6,7,8- propulsaron una opereta de singular calibre, con la intención de desprestigiar, una vez más, al líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner. Aseguraron que el Foro de San Pablo, que agrupa a partidos de izquierda latinoamericanos, había expulsado al Partido Socialista argentino de su seno porque el ex gobernador santafecino tuvo la osadía de decir que en Venezuela hubiese votado por Henrique Capriles.

"La desmentida del secretario ejecutivo del Foro fue recortada y tergiversada ayer por los dos diarios", consignó el sitio eldsd.com el jueves, al referirse a Página 12 y Tiempo Argentino, que dieron vueltas para informar la verdad de lo que había dicho el brasileño Valter Pomar. Aun después de saberse que la noticia era falsa, el panfletario 6,7,8 insistía en la versión, aunque ya parapetándose en un "prudente" condicional.

Es que el llamado "socialismo K" (Jorge Rivas, Oscar González, Oscar Urruty y Susana Rinaldi, todos ellos integrantes de la Confederación Socialista Argentina) habían hecho una moción para desplazar y dejar mal al ex gobernador santafecino. Se entusiasmaron más de la cuenta.

Así como también el jueves, la Presidenta le dijo en la cara a Daniel Scioli: "Estoy cansada de que algunos se hagan los idiotas o que me tomen a mí por idiota"; en Córdoba los medios K no le dan tregua a José Manuel de la Sota, tanto como desde siempre tienen a maltraer en Capital a Mauricio Macri, en el oficialismo nadie olvida que, si bien a mucha distancia, Hermes Binner salió segundo en las presidenciales de 2011 y ahora ya es precandidato a diputado nacional.

No le perdonan que levante el perfil y se aparte de la inofensiva, y a veces gélida, bonhomía socialista. En cuanto se desmarca de ser tan sólo una versión "educada" del kirchnerismo, cuyos representantes en el Congreso votan dócilmente junto al oficialismo, en el cristinismo comienzan a sonar las alarmas.

Los enojó que viralizara en las redes sociales videos críticos sobre el blanqueo y la "década ganada" y que presentara un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del Consejo de la Magistratura. Para colmo Dante Caputo aceptó ser candidato a diputado por el FAP en la provincia de Buenos Aires, en tanto que mañana en Santa Fe se renovará la alianza entre radicales y socialistas.

Mientras los cambios de la Presidenta en su gabinete parecen más cosméticos que de fondo, apartar a Agustín Rossi de la contienda provincial para impulsar en su lugar a la más apreciada María Eugenia Bielsa supone, por lo menos, la intención de no ahondar el papelón de la última elección aunque habrá que ver si acepta estar en la misma lista con el ex gobernador Jorge Obeid.

El asedio contra el socialismo santafecino tuvo su punto de largada en el bicentenario de la bandera, en febrero de 2012, cuando desde el monumento que la homenajea, y mientras pronunciaba su discurso la intendenta Mónica Fein, la mismísima Presidenta fue tomada por las cámaras pronunciando el célebre "vamos por todo" que desde entonces viene cumpliendo a rajatabla.

El gobierno nacional no envía los fondos coparticipables para cubrir el déficit de la Caja de Jubilación ni para planes sociales o para viviendas. El dinero sólo llega a municipios en manos del FPV y el Ejecutivo nacional no le da luz verde a la provincia para que reciba créditos internacionales ya otorgados.

Ubicada estratégicamente en el mapa, en una encrucijada de rutas nacionales y con puerto propio, no se explica cómo el gobierno nacional retiró de Rosario a la Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria. A su vez, las falencias de la policía local, la tensa situación social en barrios periféricos, el problema de la droga y la actividad delictiva de barras bravas de Rosario Central y Newells producen un cóctel explosivo. En la ola de saqueos de diciembre último esa ciudad también fue golpeada y la Casa Rosada no envió ni un gendarme.

La ofensiva se volvió más fuerte desde octubre cuando Página 12 exhumó una denuncia de 2009 contra el entonces jefe policial Hugo Tognoli, al que acusó de estar vinculado con el narcotráfico. La TV Pública de inmediato mandó un móvil a cubrir los hechos, mientras el kirchnerismo local fogoneaba la intervención y el diputado Andrés "Cuervo" Larroque les regalaba a los militantes virtuales una consigna que rápidamente propagaron por las redes sociales: "narcosocialismo". Es que frente al ascetismo socialista, el instinto destituyente del kirchnerismo se ceba.