En el INTA Marcos Juarez se dio el marco adecuado para que unos 50 técnicos zonales concurran en busca de pistas para ajustar el manejo frente a las malezas que vienen ganando terreno en las últimas campañas.
El especialista Luis Lanfranconi, de INTA Río I, junto a sus colaboradores Julian Oliva y Lucas Remondino comenzaron el taller mostrando los resultados de una encuesta que debieron responder previamente los inscriptos al taller.
La encuesta permitía ver los herbicidas más utilizados para realizar los barbechos químicos, tanto de otoño como de primavera, destacándose una sobre utilización de herbicidas del grupo de los inhibidores de ALS con el consecuente riesgo de selección rápida de resistencias, más aún teniendo en cuenta la alta probabilidad que este grupo presenta.
Se planteó entonces un trabajo en grupos donde la consigna fue definir la fecha de germinación y fructificación de Rama negra y Gomphrena, malezas que generan sus dolores de cabeza, como menciona Lanfranconi. Más allá de estos ejemplos puntuales, Lanfranconi recalcó la importancia de conocer la fecha y la duración de la germinación de una especie problema, porque eso nos va a definir la estrategia de manejo.
La fecha de fructificación es también importante, porque si dejamos fructificar a las malezas, estaremos engrosando el banco de semilla para los próximos años. Es así que en algunas oportunidades, aunque no se generen pérdidas económicas en el cultivo debemos realizar un control para evitar la producción de semillas.
Respecto a los barbechos, Lucas Remondino mostró resultados muy interesantes sobre la estrategia a tener en cuenta a la hora de planificar. Es importante prestar atención al ambiente en que se está produciendo. Si el invierno es relativamente húmedo, que permite la germinación de malezas durante todo el invierno, sería conveniente hacer los barbechos de otoño con herbicidas residuales que eviten esta germinación y permitan llegar limpios a principios de la primavera. Pero en ambientes semiáridos, con inviernos secos, los herbicidas residuales no cumplen una gran función porque aún sin ellos no se produce germinación durante el invierno, entonces con un barbecho de otoño que controle lo nacido es suficiente para llegar con el lote limpio a la primavera. Cuando sí cumplen un rol importante los residuales en estos ambientes es en la primavera, para que el cultivo estival arranque limpio.