Las empresas nucleadas en la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) y el gobierno argentino, a través de la Cancillería que comanda Héctor Timmerman, expresaron su repudio a la norma que impuso aranceles de importación al biodiesel argentino que ingresa a la Unión Europea (UE).

La medida, auguran en la Argentina, va a deprimir aún más las exiguas ventas externas de biodiesel desde el país.

Para la UE, la Argentina e Indonesia venden el biodiesel por debajo del precio de costo, con el fin de copar el mercado. El bloque económico rubricó la decisión de aplicar el arancel en su Boletín Oficial, llevando a la práctica una amenaza anunciada. Impuso un porcentaje de entre 7% y 11% al ingreso al biodiesel argentino y definió un arancel diferente a las importaciones desde Indonesia.

El biocombustible que la Argentina produce sobre la base de soja es objeto de litigios con la Unión Europea hace más de un año. La Argentina amenazó con llevar la contienda a un panel (tribunal internacional) ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) en dos oportunidades.

La Cancillería consideró que la decisión de la Unión Europea (UE) de establecer derechos antidumping provisorios contra el biodiesel argentino representa una acción más en el escalamiento del histórico proteccionismo del Viejo Continente.

Se trata de una decisión de neto corte proteccionista que carece de justificación técnica, y que se debe a la incapacidad de los productores europeos para competir con productores más eficientes, señaló en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores en respuesta a la decisión de la Comisión Europea (CE).

Los empresarios de Carbio, por su parte, afirmaron que la industria local tiene claras ventajas competitivas, como la proximidad a las zonas de cultivo de la soja, acceso directo a puertos privados de aguas profundas, así como escalas de producción muy eficientes, para ser competitiva y generar rentabilidad, y expresaron su desacuerdo con los hallazgos de la Comisión Europea en relación al aparente daño sufrido por la industria europea como resultado de los alegatos sobre prácticas de dumping por parte de los productores y exportadores argentinos de biodiesel.

La Argentina es el principal exportador mundial de biodiesel y junto con Indonesia, representa el 90% de las importaciones de la UE.