La empresa rosarina fundada en el 2001 por 23 agricultores, gestiona inversiones en biotecnología agrícola y logró desarrollar el primer trigo transgénico del mundo. La alianza con la compañía francesa, se denomina "Trigall Genetics".

En total, realizaron una inversión de 10 millones de dólares para desarrollar la tecnología HB4 que permitirá un aumento de los rendimientos promedios del cultivo de entre 10 y 15%, sin afectar los techos del mismo en condiciones de alta productividad.

Este beneficio implica ingresos adicionales de entre US$ 80 y US$ 150 por hectárea, dependiendo de la zona de producción.

El proceso, que consistió en introducir el gen HABH4, extraído del girasol, en otra especie (trigo), fue realizado por el Conicet, específicamente en la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

El fin que persigue la investigación está relacionado con lograr que los cultivos tengan una mayor tolerancia a la sequía y la salinidad. De esta manera, buscan que la Argentina sea el primer país del mundo en cultivar trigo transgénico.

Más iniciativas del CONICET para el trigo

El CONICET y el INTA trabajan juntos por el mejoramiento del trigo y participan del encuentro de miembros del consorcio Iniciativa Internacional de Investigación para el Mejoramiento de Trigo (IRIWI, por sus siglas en inglés de International Research Initiative for Wheat Improvement) con el fin de fomentar y coordinar la investigación mundial de este cultivo.

El mismo se realizó en Paris y sirvió para elaborar un documento final con los objetivos generales y específicos, firmado por todas las instituciones participantes y que potencie las acciones de investigación y cooperación.

Por su parte, el CONICET firmó un memorándum de entendimiento con el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia, institución que coordina la iniciativa. Así se formalizó la participación del Consejo, y se nombró a Roberto Salvarezza, presidente del CONICET, como representante del comité de coordinación.

El consorcio surgió en junio de 2011, en un encuentro del Grupo de los 20 (G-20), foro de cooperación internacional de países emergentes e industrializados, en el cual los Ministros de Agricultura de los países miembros pensaron una iniciativa para el mejoramiento del trigo a nivel global. Así nació el IRIWI, con el objetivo principal de coordinar y promover la investigación mundial de trigo para que, a través de los esfuerzos internacionales, se pueda lograr el progreso necesario para aumentar la producción de trigo, la calidad y la sostenibilidad, contribuyendo así a la seguridad alimentaria, en el marco las condiciones climáticas cambiantes.

Según el IRIWI, con más de 215 millones de hectáreas al año, el trigo es el cereal más cultivado en el mundo. Proporciona alrededor del 20% de las calorías globales para el consumo humano y con alrededor de 130 millones de toneladas, el comercio anual mundial de trigo es mayor que el de maíz y arroz combinado. Más del 60% del trigo se produce en los países emergentes y en desarrollo.

Estuvieron presentes en la reunión, como representantes del CONICET a nivel institucional, Faustino Siñeriz, director de CONICET Tucumán y Arturo Martínez, de Cooperación Internacional del Consejo.