El trigo, a pesar de ser un producto cuya comercialización está regulada por el Gobierno kirchnerista, y de tener que pagar de parte del productor el 23% de retenciones, hoy está más caro que el cereal norteamericano.

Para ver este reflejo basta consultar las cotizaciones en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba), en donde el trigo posición  julio 2013 cotiza en 342 U$S /Tn. mientras que en el mercado de Chicago (CBOT, por sus siglas en inglés), el contrato julio 2013 cotiza a u$s 251,05/ Tn. lo cual marca que el precio argentino está U$S 90,95 más caro que el estadounidense. En consecuencia, a nivel interno, el valor del trigo se acercó al de la soja, cultivo que históricamente suele tener un costo más alto. Y si se toma como referencia la posición mayo 2013 en el MATba (de U$S 350/Tn.), la brecha es más grande todavía y llega a los U$S 98,95.

Delfín Morgan de la corredora Morgan García Mansilla & Cia., explicó, en diálogo con Agrositio, que “hay escasez y la molinería está muy agresiva en requerimiento de trigo de calidad, y es una incógnita cuánto dicha industria aumentará su ritmo de compras y precios, y hasta cuándo se mantendrá el stock de trigo antes de la nueva campaña”.

De acuerdo a la Mesa Comercial de Granos de Agrositio, los corredores notificaron comercialización del trigo con aptitud panadera (Artículo 12) en torno a los $1800/2000 por tonelada, un valor récord.

El pasado 15/5 la Bolsa de Cereales festejó el 159° aniversario, y en ese contexto, el presidente de la entidad, Ricardo Marra, expresó que bajó 30 % el área de siembra de trigo del ciclo 2012/13, recordando la magra cosecha de apenas 9,10 millones de toneladas (M/Tns.)  que se había alcanzado. Según informó el periodista, Matías Longoni, para Clarín, “los elevadísimos precios del trigo reflejan la falta de oferta tras el fracaso de la última cosecha. En la campaña 2012/13, la Argentina tuvo la superficie sembrada más pequeña de su historia, apenas 3,1 millones de hectáreas. Y la producción fue mucho menor a las 14,5 M/Tns. de un año antes”.

En este momento está finalizando la trilla de la gruesa. Por ende, el trigo que está embolsado no será liberado de primer momento hasta tanto el productor haya cumplido sus obligaciones con la soja y el maíz. Es por eso que los molinos están obligados a pagar sobreprecios antes que finalizar temporalmente sus moliendas. Según rumores extra oficiales, un grupo molinero muy grande se vería obligado a cerrar una de sus plantas ante la escasez y la complicación de poder conseguir trigos de calidad.

La incógnita de fondo es si la escasez de mercadería se hará sentir en el valor de consumo. La faltante puede durar hasta diciembre,  mes del año en que comenzará a ingresar la cosecha 2013/14. Habrá que evaluar cuál será el nivel de stocks que entre en esa fecha, por sobre todas las cosas, qué calidad se obtendrá, y todo en un escenario de intervención para el cereal argentino, al cual se le dificultará seguir la tendencia en Chicago.

¿Ayudará a la comercialización y a la rentabilidad el anuncio de parte del Gobierno de devolución de retenciones al productor triguero?

El pasado lunes 13/5 el Gobierno  oficializó el anuncio realizado por la presidente Cristina Fernández  para fomentar la producción de trigo y mejorar la  rentabilidad de los productores del cereal sin afectar los precios internos y el nivel de retenciones.

Para ello, se creará un fideicomiso con la finalidad de fomentar el crecimiento de la producción de trigo y su rentabilidad, a través del reintegro de los recursos obtenidos por el Estado Nacional en concepto de derechos de exportación de trigo y sus derivados, el cual se extenderá hasta el 2015, pudiendo prorrogarse el plazo, sin que supere el máximo de treinta años.

De este modo, los recursos obtenidos por los derechos de exportación se destinarán a los productores en forma proporcional a la producción declarada por cada productor al cierre de la campaña en la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (UCESCI).

Para ello se crea el Certificado de Estimulación a la Producción Agropecuaria Argentina (CePaGa), que es el instrumento mediante el cual se efectúa el reintegro.
A modo de ejemplo se presenta la aplicación de este sistema de reintegro al productor en tres escenarios donde varía la producción, y suponiendo que el consumo interno es constante e igual a 6.000.000 de toneladas, donde la diferencia entre lo producido y lo consumido internamente representa las exportaciones.

El reintegro al productor se calcula como el cociente entre el total de las retenciones sobre la producción. Si se toma la producción del USDA para la campaña 2013/2014, de 13 millones de toneladas, el productor recibiría U$S 33,44 por tonelada en concepto de devolución de retenciones, lo cual implica la existencia de una retención efectiva (el precio percibido por los productores es un 10,6% menor al precio FOB, en lugar del 23% del esquema antes vigente).  A medida que la producción aumenta, el saldo exportable es mayor y por lo tanto, se incrementa el reintegro para el productor.