La cadena del maíz realizó ayer una fuerte advertencia al Gobierno por la "negación" de la inflación y volvió a pedir el fin de la intervención oficial en el mercado de este cultivo.
Quien canalizó los reclamos fue Alberto Morelli, presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), una entidad integrada por productores, empresas de insumos, algunos exportadores e industrias que procesan el cereal para el mercado interno y que ayer realizó su congreso denominado Maizar 2013.
Morelli criticó la "negación" de la inflación que hacen los funcionarios del Gobierno al no reconocer su real impacto.
"Es imperioso que el Estado nacional implemente políticas económicas eficaces que den certeza a la producción como al resto de la población. Para ello el combate contra la inflación es un deber ineludible y su negación conduce a la aplicación de recetas de difícil comprensión y quizá de dudosa efectividad", indicó.
Para los productores, la inflación tiene un impacto directo sobre sus costos de producción. Guillermo Aiello, contador especializado en temas agropecuarios, ejemplificó por ejemplo ante LA NACION que mientras en 2012 el costo de implantación del maíz rondaba los 600 dólares por hectárea en el sur de Santa Fe, en plena zona núcleo, ahora ese valor subió a US$ 704 por hectárea. Hacer el cultivo se encareció casi un 20% por aumentos en servicios y semillas, entre otros rubros. Esto sin incluir gastos de comercialización ni el eventual arrendamiento.
Si la cadena está preocupada por la inflación, el otro punto no menor es la continuidad de la intervención en el mercado. Por esa intervención, donde el Gobierno actúa administrando los Registros de Operaciones de Exportación [ROE] y restringiendo la competencia, los productores llegaron a sufrir descuentos de más de US$ 50 dólares en el precio.
"Maizar continúa insistiendo sobre la necesidad de contar con mercados transparentes, sin cuotificaciones o asignaciones arbitrarias que afecten el normal proceso de formación de precios desalentando la producción", remarcó Morelli.
El presidente de la entidad le dijo a LA NACION que el Gobierno "va a tener que dar señales" para impulsar la próxima siembra del cultivo.
En esta campaña, cuya cosecha está en marcha, la siembra cayó un 8%, aunque por mejores rendimientos la producción alcanzará un récord de 25,7 millones de toneladas, de acuerdo con estimaciones oficiales. Para la cadena del maíz, se haría mucho más maíz si no existieran los ROE. Muchos creen que los 4,5 millones de hectáreas totales [entre grano y ganadería] podría subir en pocos años a 7 millones de hectáreas con señales de estímulo.
En este contexto, Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar, expresó que el pedido de la entidad es que para la próxima campaña el mercado se libere sin los ROE.
Reclamos
Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), también criticó el impacto de la intervención. "La retención adicional que genera la intervención de los mercados resulta en casi 30 dólares por tonelada."
Por el lado del Gobierno, quien ayer estuvo en el congreso de Maizar fue el subsecretario de Agricultura, Marcelo Yasky. En tanto, el socialista Hermes Binner y el diputado Juan Casañas (UCR Tucumán) estuvieron entre los representantes de la oposición que asistieron al evento.