La industria de alimentos y bebidas está preocupada. A la caída de casi 4% en valor por tonelada exportada con la que el sector cerró 2012, se sumó una retracción de 13% interanual para los precios obtenidos por las ventas externas entre enero y febrero pasados.

Los números del primer bimestre, relevado en un informe de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), al que accedió El Cronista, no hacen más que sumar inquietud al sector, que afronta una situación delicada ante la combinación de varios factores: el frente externo, sumado a un incremento del costo de las materias primas; los insumos, del flete y la creciente presión tributaria.

Es más, si se mantiene la racha negativa, el impacto se reflejará en una retracción del empleo, principalmente en los que forman parte de las economías regionales, alertó el presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja.

La contracción de la demanda de productos regionales argentinos se verificó principalmente en 2012 desde algunos de los destinos tradicionales, como Europa, que continúa atravesada por la crisis económica, indicó Copal. En simultáneo, se dio una caída de los precios internacionales de los alimentos, que retrocedieron 7% en 2012 contra el año anterior según el índice de la FAO.

Esa contracción se profundizó en el primer bimestre del año. Y, según estimaciones preliminares, el segundo bimestre también mostraría una situación similar.

Según el trabajo de la Copal, entre los productos más afectados por la merma externa están los de mayor valor agregado. Señalan que las exportaciones de golosinas bajaron 40.8% en valor; el aceite de oliva retrocedió 25,3%; los dulces y mermeladas, 38,3% menos que igual lapso del año pasado; la leche en polvo, 24.5%; los quesos, 18,8; los jugos (11,8% menos) y la industria pesquera (11,4%).

Además, la entidad precisó que entre enero-febrero últimos se registraron bajas en las exportaciones de productos emblemáticos de algunas regiones. Entre esos productos, están los de la industria procesadora de naranjas (51% de caída en valor contra primer bimestre de 2012); la yerba mate (35,1% de baja); el vino (15,8%) y los chocolates (30,9%).

La industria frutícola de Río Negro, en cambio, tuvo un buen comienzo de año, por aumento en la producción, lo que derivó en un alza del 40% en el valor de las exportaciones para las manzanas y 16% para las peras. Esto obedece a la recuperación de la caída en la cosecha y la exportación que ese sector atravesó en 2012, cuando las ventas al exterior para las manzanas cayeron en 35% y las de las peras en 11%, indicó Copal.

Ante la situación, la entidad comandada por Funes de Rioja sostiene que la problemática generada por la caída en la demanda externa afecta de manera generalizada a las industrias del sector.

Hay una fuerte caída en la competitividad para la industria alimentaria, señala Funes de Rioja. Y enumera que además del factor externo, se combinaron el alza de materias primas; insumos; salarios (con alzas en torno al 25% según la actividad); de los fletes, que en el último año subieron 25% promedio; y creciente presión tributaria, tanto nacional, como provincial y municipal.

Sobre el futuro cercano, el dirigente manifiesta la preocupación en cuanto a las economías regionales, que son las que traccionan el empleo y desarrollo en distintas partes del país. Podría darse una contracción del empleo, si continúa la actual situación de las economías regionales, tanto por el frente interno como el externo, sostuvo.