En abril último, las expectativas económicas de los argentinos sufrieron una baja de 6,6% respecto de marzo, la mayor caída mensual desde marzo de 2009, un año de crisis económica, coletazos de la pelea con el campo, sequía, gripe A y derrota del Gobierno en los comicios.
Para encontrar un nivel peor en el humor de los argentinos respecto de la economía, hay que remontarse a octubre de 2010.
Así lo revela la última medición del Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que relevan la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS-Gallup que será difundida en los próximos días.
La evaluación del momento para comprar electrodomésticos fue el subcomponente
del índice que sufrió la peor caída, con el diez por ciento, y quedó también en
su peor nivel en tres años.
Las expectativas económicas han caído en 11 de las 18 mediciones mensuales realizadas luego de la reelección de Cristina Kirchner en octubre de 2011, que coincidió con un récord de optimismo.
En marzo último, hubo una fuerte mejora del humor económico. La medición coincidió con la elección del cardenal Jorge Bergoglio como papa Francisco.
La medición de abril se hizo entre el 19 y el 24, luego de ocurridas las fatídicas inundaciones en las ciudades de Buenos Aires y La Plata. También coincidió con la emisión de los dos primeros programas del ciclo actual de Periodismo para t odos, que conduce Jorge Lanata, con fuertes denuncias de corrupción que involucran al Gobierno.
Incidencias negativas
Sin embargo, en esta medición no aparece el resultado que pueda haber tenido en el humor popular el nuevo régimen para el empleo doméstico, según el cual quienes tengan ingresos y patrimonio superiores a unos mínimos no muy elevados serán considerados evasores por defecto y deberán demostrar que no son empleadores en negro.
Tampoco esta medición registra el efecto que pueda haber tenido la disparada del dólar blue por encima de los diez pesos, ni tampoco los anuncios sobre el nuevo blanqueo impositivo y la redolarización del mercado inmobiliario.
En tanto, si en los meses anteriores una parte importante de la población
pensaba que comprar electrodomésticos en cuotas era una buena manera de escapar
de la inflación, pareciera que ese fenómeno terminó.
Desde que Cristina Kirchner fue reelecta, las expectativas cayeron 20,3%. El retroceso fue de 10,2% en los últimos doce meses.
En abril de 2012, uno de cada cuatro argentinos creía que la situación reinante era muy o bastante buena. En abril último, ese registro cayó a menos de uno de cada cinco (18%). En tanto, en abril de 2012 sólo el 29% creía que la situación económica era mala. Pero un año más tarde pensó así el 44 por ciento. Los más pesimistas son los universitarios y los sectores altos.
En tanto, crece la preocupación por la inflación y la corrupción en detrimento de otras preocupaciones, como la inseguridad, que, sin embargo, continúa apareciendo al tope de las respuestas cuando se consulta cuál es el mayor problema del país.
En un año los que creen que el mayor problema es la inflación pasaron del 6 al 13%; es decir, crecieron a más del doble. Y los que mencionan la corrupción pasaron del 9 al 10%. Es la primera vez desde 2007 que la preocupación por la inflación ocupa el segundo lugar detrás de la inseguridad, dice el informe.
Desconfianza en aumento
Se deterioran todos los parámetros de la encuesta
44% Son los pesimistas
Creen que la economía está mal o muy mal; un año atrás no llegaban al 30% y eran sólo el 17% cuando Cristina fue reelecta
80% No espera cambios
Ocho de cada diez argentinos creen que las cosas seguirán igual o peor; el 34% cree que todo empeorará; sólo el 12% pensaba así en octubre de 2011