La afirmación anterior corresponde un técnico que trabaja en la zona, y es consecuencia de cosechar sojas de bajo rinde, que no recibieron lluvias suficientes. Los cultivos quedaron con baja altura y poco despeje de las vainas inferiores respecto del suelo, lo que complica la cosecha y provoca rechazos de camiones en los acopios por la contaminación con tierra.
"Los maquinistas se ven obligados a mandar la plataforma bien abajo para captar las vainas a ras del suelo, pero así se llevan por delante tierra de hormigueros y de cuevas de peludos, que el ventilador de la cosechadora no puede eliminar por completo de la mercadería trillada", agrega.
Las sojas también sufrieron fuertes ataques de oídio, un hongo que genera un micelio blanco algodonoso que cubre las hojas. Se puede prevenir con aplicaciones de las mezclas de fungicida convencionales, aunque en 2013 atacó en estado R7-R8, con efecto acotado sobre el rendimiento.
Los maíces tardíos también enfrentan problemas. "Han desarrollado baja altura y con muchas espigas a 40 centímetros del suelo. En esa posición, algunas pueden no ser captadas por los cabezales maiceros; muchas chapas cubrerrolos trabajan a 50 centímetros de altura y las espigas pasarán por debajo", explica un cosechero.
SE NECESITA FINANCIACIÓN
Los agricultores que se quedaron sin capital de giro para sembrar -una condición que se repite en varias zonas- están analizando las posibilidades de obtener financiación comercial y bancaria.
El primer paso para acceder a alguna de estas fuentes es demostrar la salud económica del empresa. "Las agronomías y otros proveedores analizan cuidadosamente qué potencial de producción tiene cada campo, cuáles son las deudas del propietario y con qué va a pagar lo que se retire del comercio", cuenta un productor cordobés.
Si se supera esa etapa, aparecen propuestas de pago a cosecha con diferentes modalidades. "Ayer me ofrecieron comprar herbicida con pago en mayo de 2014 en pesos, con un recargo del 15% sobre el precio actual. Lo oferta alguien que tiene alto stock y teme no poder colocarlo. Se paga con cheque posdatado, que el vendedor descuenta en el banco para hacerse de liquidez, aunque sufriendo alguna penalidad", agrega.
También hay propuestas tentadoras para quienes puedan pagar al contado. "Me están ofreciendo semilla de maíz a 250 dólares por bolsa, con un descuento del 10 por ciento con pago cash contra el diferido a cosecha. Los vendedores están atentos y quieren capturar el efectivo que tienen los que obtuvieron altos rendimientos", apunta un productor de San Jorge, Santa Fe.
Los mayores problemas de iliquidez se observan en los arrendatarios y no son menores si se considera que alrededor del 60 por ciento de la superficie agrícola el país es cultivada por estos operadores.
Los sembradores en campos de terceros también tienen por delante otra decisión crucial: negociar el valor de los arrendamientos. "No puedo volver a pagar 12 qq/ha y perder dinero por segundo año consecutivo; al dueño le ofrecí 6qq/ha adelantados y resultado a porcentaje", confiesa un contratista santafecino que observa muchas demoras en las definiciones de estos negocios.