Al final y después de arduas negociaciones hubo fumata fabril: Héctor Méndez se perfila como nuevo titular de la Unión Industrial Argentina.
Clarín confirmó que el miércoles se reunieron los líderes de la agrupación “Celeste y blanca” y decidieron darle un impulso definitivo a la nominación del industrial. Antes habrá una reunión a solas entre Héctor Méndez y José Urtubey. Se hará el lunes, para limar asperezas y llegar a un acuerdo para evitar que queden heridos políticos por el nombramiento.
La intención es presentar el acuerdo como un “pacto unidad” que nomine al binomio Méndez-Urtubey para integrar la nueva conducción fabril.
Un día después –el martes– la propuesta será tratada en un plenario del agrupamiento y, en principio, bendecida por todo el movimiento “Celeste y blanco”. El nombre de Méndez ya fue sondeado ayer con los caciques de “Industriales”, el otro movimiento interno de la UIA y que lidera Ignacio de Mendiguren. Este sector también apoyaría la designación de Méndez y todo quedaría acordado el martes en la propia UIA.
La candidatura del futuro titular de la Unión Industrial tomó fuerza después de que De Mendiguren rechazara una nueva propuesta para continuar al frente de la UIA. La idea de que De Mendiguren siguiera en el cargo obedeció a que no había un candidato claro y a que los industriales ponderan su gestión y el equilibrio político que mantuvo con la Casa Rosada.
La relación del empresario con Cristina Kirchner no evitó que la UIA fijara límites contra la política económica y frenara los intentos de Guillermo Moreno para controlar a la central fabril. Así, fue la única entidad empresaria que se mantuvo firme ante los avances de la Casa Rosada.
En la actualidad, el movimiento empresario sufre una fuerte degradación y muchos dirigentes aceptan la humillación de los funcionarios públicos, sin defender la propia dignidad personal. Esto hizo que varios dirigentes prefieran el ostracismo antes que cumplir con su rol político y social.
Pero De Mendiguren cortó en forma definitiva aquellos ofrecimientos. Esta semana comunicó que no iba a aceptar una reelección, porque quería respetar el acuerdo de unidad y alternancia que existe en la UIA.
Consideró, también, que sería un grave error político ir por una reelección, cuando el movimiento empresario cuestiona los planes de perpetuidad de Cristina Kirchner.
Así, el acuerdo interno frena el intento de cooptación llevado adelante por el Gobierno. Julio De Vido presionó en favor de José Urtubey y Moreno intentó imponer sin éxito su propio candidato. Este último, Juan Carlos Sacco –de larga y reconocida trayectoria fabril–, jamás aceptó el padrinazgo del secretario de Comercio.
El fracaso político de la Casa Rosada para imponer un candidato se refleja en la nueva cúpula fabril de unidad que acompañará a Méndez. Vicepresidente primero sería Luis Betnaza, de Techint y en la estratégica secretaria de la UIA quedaría el propio De Mendiguren. Daniel Funes de Rioja, Cristiano Rattazzi, Miguel Acevedo y Adrián Kaufmann Brea ocuparían las principales vicepresidencias, junto a Urtubey y Sacco. El gesto de “unidad” está vinculado también al actual diagnóstico que tiene, en privado, la cúpula industrial: un Gobierno sin límites, pero a la vez desorientado y falto de iniciativa para enfrentar los desequilibrios macroeconómicos.
Un documento secreto de la central fabril sostiene que hay una caída del consumo y que se están perdiendo puestos de trabajo. Insisten, también, en que existe un fuerte desorden en la Casa Rosada, fruto de las internas de poder, y de que los ministros están paralizados por los continuos desplantes de la Presidenta.
La nueva conducción de la UIA será moderada, pero en su interior se escuchan voces que desaprueban por completo la gestión “cristinista”.
Ayer, por ejemplo, Ratazzi disparó duro contra los métodos de Moreno y descalificó la capacidad de gestión de los miembros de La Cámpora.
La Asociación Empresaria Argentina también reflejó la real preocupación de los hombres de negocios. Emitió una inusual y durísima solicitada contra la reforma judicial que propicia la Presidenta para controlar tribunales. Así lo dijo: “Es una grave amenaza a las garantías constitucionales, que afectan la inversión y el empleo.” El texto tuvo el aval de todos los jefes de las principales empresas de la Argentina. La preocupación que genera la reforma sacó a la AEA de su auto ostracismo.
Jaime Campos, el titular de la entidad, dijo en privado: “La propuesta es muy grave, porque afecta derechos esenciales de personas y empresas.” Así, la iniciativa defendida por un desbocado Julián Alvarez, cosecha un amplio abanico de rechazos: la CGT de Hugo Moyano, el CELS, las asociaciones de profesionales, la Facultad de Derecho y el conjunto de movimiento empresario.
Los hombres de negocios fueron duros porque quieren advertir sobre el efecto negativo que tendrá sobre la economía la incertidumbre que genera la reforma.
El alza de dólar paralelo refleja esas dudas, que van en aumento. Señalan, además, el fracaso del cepo cambiario. Algo similar ocurre con las últimas medidas que adoptó Guillermo Moreno. El “pacto” entre las multinacionales de los supermercados y el secretario de Comercio arroja sus primeras conclusiones.
Un “memo” de la Asociación de Bancos Argentinos lo expresa con claridad. En su texto se sostiene lo siguiente: el congelamiento no frenó el alza de los precios, pero hizo caer un 2% las ventas en las cadenas y 10% las compras con tarjetas de crédito.