En materia de soja, Nidera puso las cosas en su lugar. En dos jornadas a campo, realizadas en Salta y Tucumán, la semillera presentó las variedades de soja Intacta RR2 Pro que tiene listas para lanzar en las siembras de la próxima campaña 2013/14 en el norte del país. Allí es donde esa nueva tecnología puede mostrar sus mayores ventajas. Las nuevas variedades son resistentes a los principales grupos de insectos que afectan a los cultivos de esas zonas. Se trata de una problemática que crece campaña tras campaña y que actualmente representa la principal limitante productiva.
La gran expectativa que despierta este lanzamiento se reflejó en la participación de más de 260 productores y técnicos de esa región que quisieron ver de cerca el comportamiento de las nuevas variedades.
También llegaron asistentes de las zonas sojeras del centro y sur del país para ver los lotes con cultivares de ciclos más cortos con el nuevo evento, aptos para su zonas, que constituyen la segunda generación de sojas Intacta, aquellas que llegarán al mercado a partir de la campaña 2014/15. Además de la resistencia a insectos lepidópteros, las sojas Intacta RR2 Pro tienen otros fuertes atractivos para los productores de todas las regiones: muestran un interesante plus de rendimiento y una máxima tolerancia a glifosato que le confiere el gen RR2Y.
Rodolfo Rossi, fitomejorador a cargo del Programa Soja de Nidera, remarcó que “Los cultivares Intacta tienen una cuarta cualidad, que es la reducción del uso de productos fitosanitarios. De esta forma la soja está dando una respuesta a la preocupación por el cuidado del ambiente”.
Además, la combinación de estas cualidades redundará en un mayor retorno de la inversión de los productores, ya que combina una importante reducción del costo de producción -al no requerir los tratamientos contra el ataque de insectos- con el mayor ingreso que proporciona el incremento de la productividad del cultivo.
En la jornada salteña que se desarrolló en el establecimiento “El Mangrullo” de la localidad de Metán y en la que al día siguiente se realizó en el campo experimental que tiene Nidera en la localidad tucumana de La Cruz, los asistentes pudieron ver lotes de las 3 variedades de Intacta de ciclo largo que están en la gatera para su liberación comercial, previa aprobación de China. Se trata de tres cultivares de crecimiento indeterminado, respondiendo a la preferencia que vienen mostrando durante los últimos años los productores del Norte, de los grupos 7.2, 7.5 y 8.1. “Tienen un alto potencial de producción –explicó Rossi-, con rindes que superan entre un 7 y un 10 por ciento a las variedades que venimos sembrando, confirmando los datos que teníamos de Estados Unidos y los que también estamos viendo en Brasil”.
“El Mangrullo” es uno de los multiplicadores de la genética de Nidera en el Norte. Su gerente de producción, Esteban Guerineau, explicó que “La aparición de esta tecnología nos genera una gran expectativa dado que entre los ataques de insectos, fundamentalmente del complejo de picudos, y las malezas resistentes, últimamente a los productores les resulta muy difícil salir airosos de los lotes destinados al cultivo de soja”.
“Actualmente –agregó-, se puede afirmar que prácticamente todos los lotes de soja del NOA reciben tratamientos contra insectos que, dependiendo de una serie de factores, por lo general rondan en 3 aplicaciones. Pero durante los últimos años vemos casos de lotes que aún con 6 o 7 aplicaciones sufrieron fuertes defoliaciones que reducen significativamente los rendimientos”.
“Actualmente encontramos que, aún con dosis muy altas de productos organofosforados y piretroides -los caballitos de batalla para el control de complejos de orugas muy complicadas como bolilleras y medidoras-, los resultados son muy erráticos. Por lo tanto, se debe recurrir a los productos más modernos que en general son eficaces pero de alto costo. Por ejemplo, el tratamiento con una diamida no baja de los 14 dólares por hectárea”.
Osvaldo Luque, productor salteño de Metán y Rosario de la Frontera que siembra anualmente entre 2.000 y 2.500 hectáreas sobre campo propio, agrega que “Una de las ventajas que esperamos de las nuevas sojas Intacta es que nos darán un tiempo de ventaja a la hora de tomar decisiones sobre las aplicaciones para el control de lepidópteros”.
Entre los consultores agropecuarios presentes, Maximiliano Alcocer, de Rurais SRL que atiende campos de Tucumán y las provincias vecinas, señala que “Intacta es una muy buena herramienta para incluirla dentro de un paquete tecnológico que nos permita contrarrestar las fuertes caídas de rendimientos que, por ejemplo, en los últimos 4 o 5 años tenemos como consecuencia de la aparición de Pseudoplusia ya que esta plaga comenzó a escaparse de los manejos convencionales con insecticidas provocando defoliaciones que en algunos lotes llegaron hasta el 60 o 70%. Lo mismo ocurrió con la posterior aparición de bolillera, que muchos productores no conocían y por la falta de monitoreos llevó a la pérdida total de algunos lotes”.
“Los productores paraguayos también esperan la llegada de las variedades Intacta”, explicó Pascual González, de la empresa Copatia que representa a Nidera en ese país. Allí la semillera tiene el 35% del mercado legal de semillas de soja, cultivo que muestra un alto crecimiento durante los últimos años y ya cubre cerca de 3 millones de hectáreas. “En ensayos regulados estamos probando Intacta sobre 5 variedades –explicó González-, y los resultados que vamos obteniendo son muy promisorios en cuanto a rendimientos”.
Lo que viene después
Entre los materiales que se anuncian como la segunda generación se sojas Intacta que llegarán al mercado, en La Cruz los asistentes pudieron ver lotes con sojas de los grupos IV corto, medio y largo, y de los grupos V y VI con distinto tipo de crecimiento. “En los productores vemos una sensibilidad muy grande frente a esta tecnología –explicó Rossi-, algunos valoran el aspecto cualitativo, que es la resistencia a insectos, y otros, que han venido de las zonas ubicadas en el centro y sur y que no tienen tantos problemas de insectos, están entusiasmados con el mayor potencial de rendimiento de estas variedades”.
Pablo Chianelino y Pablo Moreira, técnicos de la empresa Gaviglio Comercial de la localidad santafesina de Zenon Pereyra, estuvieron entre los que esperan los materiales que llegarán al mercado en la segunda etapa. “En nuestra región también en los últimos años estamos teniendo una fuerte presión de lepidópteros y en esta campaña tuvimos mucha presencia de Anticarsia –explican-. Aunque no existen mediciones precisas sobre el impacto de estas plagas, el año pasado hubo ataques tempranos de bolillera y vimos lotes con mermas de rendimiento del orden de los 10 quintales. Pero también pesará mucho en los productores el plus de rendimiento que ofrecen estas variedades, fundamentalmente cuando los números del cultivo están muy ajustados”.
Gustavo Holgado, responsable de producción de Yabito SA –empresa con 65 mil hectáreas distribuidas en diversos campos de Entre Ríos y uno en Corrientes-, señala que en su zona una de las grandes limitantes que encuentran para el control de lepidópteros es la posibilidad de encontrar las condiciones adecuadas para realizar los tratamientos. “Para nuestra región –señala-, que presenta una gran inestabilidad de las lluvias, como ocurrió en esta campaña que tuvimos 800 milímetros entre noviembre y diciembre, resulta crítico encontrar las condiciones para entrar a los lotes para hacer las aplicaciones, fundamentalmente en zonas con suelos muy arcillosos como los del centro de Entre Ríos”.
Leo Herrera Vegas, gerente de producción de Isaura, fue uno de los asistentes
que ya espera la salida de la tercera generación de sojas Intacta, es decir
principalmente en las variedades de grupos 3 que incluyan esta tecnología. Entre
los campos propios y alquilados esa empresa distribuye sus siembras desde el sur
bonaerense hasta la zona núcleo y también producen en campos cercanos a la
localidad uruguaya de Mercedes. “Para todas las zonas en las que sembramos me
parece muy interesante el salto productivo que prometen estas nuevas variedades
–explicó-, y en lo que respecta al control de lepidópteros es una gran
alternativa para Uruguay cuando estén disponibles las variedades de los grupos 5
y 6, ya que tenemos una situación muy similar a la del norte argentino. Mientras
que para el sur de la región pampeana será interesante contar con variedades de
Intacta de los grupos 3 y 4, porque en febrero tenemos fuertes ataques de isoca
medidora sobre las sojas de segunda, a las que un retraso les trae grandes
complicaciones ya que se trata de cultivos que toman muy poco desarrollo, de no
más de 10 nudos, con poca área foliar y un ciclo de 100 días”.
Las principales novedades
En La Cruz, la recorrida por lo lotes fue guiada por Rodolfo Rossi, que remarcó las principales características de cada variedad. Entre las más destacadas del grupo IV se vio la NS 4903, “de crecimiento indeterminado, con altísimo potencial de rendimiento, adaptada a la zona Norte argentina y también a otros países de la región”.
En el grupo 5 se observó el comportamiento de una variedad tolerante a las sulfonilureas, la NS 5117, y también se presentó la NS 5891 “que es indeterminada y acompaña a otra variedad emblemática de Nidera que es la A 5909 RG”, dijo Rossi. En el grupo VI se vieron la 6483 de crecimiento indeterminado y la NS 6448 de crecimiento semideterminado, y en el grupo VII la variedad determinada NS 7211. En el grupo VIII se presentó la variedad indeterminada A 8009 RG y la NS 8282 sobre la que Rossi explicó que “Consideramos que va a marcar un cambio muy importante ya que es una variedad indeterminada, con un avance enorme en rendimientos del orden del 10% más que las 8000 y 8100, con una muy buena adaptación a las siembras tardías del NEA”.
El día de campo que Nidera realiza todos los años en La Cruz ya es un clásico para la región. La información que allí se genera constituye un fuerte aporte para las decisiones de siembra de los productores debido a que variedades de los grupos IV hasta VIII largo, con distintos tipos de crecimiento, son sometidas a 5 fechas de siembra y densidades, en parcelas de tamaño importante que le dan mayor validez a los resultados de esas interacciones.
Sobre el Tratamiento Profesional de Semillas los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer la experiencia de la empresa Yabito, que siembra alrededor de 35.000 hectáreas por año de las cuales dedica a soja entre 12 y 14 mil. Gustavo Holgado, responsable de la producción de esa empresa, explicó que llevan 4 años usando el total de la semilla de soja con el sistema TPS, en los 28 campos de la empresa y con los 26 contratistas que trabajan. “De esta forma –explicó Holgado-, nos aseguramos que el principio activo de la semilla sea el mismo en todos los campos, reducimos los riesgos del manejo de productos fitosanitarios y facilitamos la tarea del contratista, ya que elimina maquinarias utilizadas para la tarea de curado de las semillas. Desde el punto de vista operativo hemos simplificado totalmente la tarea”.
“Por otro lado –agregó Holgado-, el sistema TPS nos permitió bajar sensiblemente la densidad de siembra. Antes sembrábamos 340 mil plantas de soja por hectárea y hoy estamos en el orden de las 250 a 275 mil, con lo cual bajamos de 70 a 75 kilos de semilla por hectárea a los actuales 50 a 53 kilos. Esa reducción de la densidad de siembra paga tranquilamente el tratamiento, pero el efecto es doble porque además estamos obteniendo mayores rindes”.
Sobre el final del la jornada desarrollada en La Cruz, el especialista Juan Carlos Morales, de Aapresid, hizo una amplia y detallada descripción de la problemática que generan los ataques de insectos en el NOA, precisamente hacia adonde apuntan las nuevas variedades presentadas por Nidera.