Al día siguiente del furioso temporal que se abatió sobre la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, y en medio del lógico caos informativo, probablemente hubo una información publicada por este y otros diarios que pasó inadvertida en la opinión pública. Sin embargo, por su importancia y por los actores implicados en ella, es necesario traerla nuevamente al primer plano: se autorizaron 5000 nuevos ingresos en el Estado, y esta ampliación de la planta estable favorecería a militantes de La Cámpora y de Unidos y Organizados.
En momentos en que la mitad de los 24 millones de argentinos que tienen ingresos subsisten con menos de 3000 pesos mensuales, la medida tomada por el Gobierno es, por lo menos, llamativa. Además, no fue anunciada públicamente por la presidenta Cristina Kirchner, raro en ella, que acostumbra a dar a conocer por sí misma toda novedad sobre la creación de nuevos puestos de trabajo.
En efecto, el 8 de noviembre pasado, a través de la decisión administrativa 1126, su gobierno autorizó el ingreso de 5000 empleados a la planta permanente de la administración nacional. La medida estaría orientada, además, a favorecer a los militantes de La Cámpora y de Unidos y Organizados, beneficiados hasta ahora con contratos temporarios. La determinación fue tomada por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, pero trascendió que, a lo largo del año electoral, habría nuevas autorizaciones. La medida alcanza a todos los ministerios.
Con respecto a los 5000 empleos permanentes, en el artículo 7º de la ley de presupuesto de 2012 se había facultado al jefe de Gabinete "para autorizar en forma debidamente fundada las excepciones a la prohibición de cubrir cargos vacantes en el ámbito de la administración pública nacional". Los puestos por cubrir son "para optimizar y coordinar los recursos humanos, técnicos, materiales y financieros con que cuenta" la administración pública nacional, y se corresponderán con cargos del agrupamiento general y nivel escalafonario E de auxiliar administrativo, nivel D de asistente administrativo y nivel C de responsable de área administrativa y técnico de gestión administrativa. Aunque Abal Medina confirmó que está en marcha el proceso de selección e ingresos, no accedió a dar detalles de la convocatoria.
A esta información hay que agregar dos porcentajes interesantes: el enorme crecimiento que hubo desde 2009 del presupuesto para personal de la administración pública, incluyendo a la planta de contratados del Estado. Desde ese año, la partida total para personal de la administración pública nacional pasó de 27.038 millones de pesos a 70.387 millones previstos en el presupuesto 2013, con un crecimiento del 160%. La suba en la planta permanente pasó de 24.642 millones de pesos a 63.358 millones, un incremento del 157%, y la de contratados, de 2396 millones de pesos a 6730 millones, nada menos que el 181%.
No deberían extrañar estos números; en todo caso, sirven para constatar una vez más que el Estado argentino se vuelve cada día más costoso para los contribuyentes y que el empleo estatal como herramienta de captación es, también, una "política de Estado" del kirchnerismo, más aún en los años electorales.
Otro tema, que tampoco es nuevo, es cómo las principales organizaciones kirchneristas van sumando espacios de poder. Así, en casi todas las carteras ministeriales hay miembros de La Cámpora. En Planificación, la primera incorporación se dio a fines de marzo, con la llegada de Norberto Berner a Comunicaciones, quien obtuvo el puesto después de encabezar una gestión histórica al frente de la Inspección General de Justicia (IGJ), el ente encargado de regular las sociedades comerciales: nunca antes ese organismo había bloqueado el acceso a la información pública como lo hizo desde que Berner instauró un "corralito" jurídico para frenar la divulgación de documentos vinculados con causas de corrupción (específicamente, para proteger al vicepresidente Boudou, imputado en el caso Ciccone).
También la cartera de Justicia es otro de los ministerios en los que La Cámpora sumó más cargos, y en el área de la Jefatura de Gabinete hay por lo menos siete altos cargos ocupados por gente de esta extracción, entre ellos, en Canal 7 y en la agencia de noticias Télam.
El incremento del personal público sigue siendo, entonces, una de las estrategias más características de los gobiernos populistas, una forma de "cooptación" relativamente sencilla para disponer, llegado el caso, de una fuerza propia tanto sea para sumar votos en los años electorales, como éste, como para cumplir otras funciones, aquellas útiles al partido político que ejerce el poder para perpetuarse en él, a costa de todo y de todos.
Mientras tanto, la tan mentada eficiencia del Estado sigue siendo una asignatura pendiente, como lo exhibe el fuerte déficit de obras de infraestructura.