En octubre del año pasado, el “funcionario honesto” de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno, aseguró que “tenemos los mismos precios de carne que teníamos en 2010”. Sin embargo, muchos bolsillos argentinos muestran preocupación por los precios que pagan por kilo de carne, mientras que los especialistas y exportadores cárnicos apuntan al funcionario como principal desalentador de la ganadería y de la exportación. De hecho, la Cuota Hilton que surgió en 1979 para aprovechar los beneficios de la exportación a la Unión Europea (UE), hace 5 años que intenta llegar al cupo exportable pero no se cumple. ¿Por qué? ¿Cuál es el detonante de la caída de este negocio?
Según un ex funcionario de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), “hoy en día es más negocio vender la carne al mercado interno que exportarla” al tiempo que remarcó como “un factor importante del año 2012 la pérdida de 12 millones de cabezas de ganado”. La escasez de vacas explica los altos valores de la carne en Argentina a pesar de la negación de Moreno. La entidad que Rossi lideraba desde el 2005, fue la que tenía el rol que hoy tiene Guillermo Moreno: controlar el comercio agropecuario. Es decir, que las exportaciones agrícolo- ganaderas pasaron de una institución a estar en manos de un funcionario público.
Asimismo, las declaraciones del Presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la Republica Argentina (CICCRA), Miguel Schiaritti, complementa el comentario del ex titular de la ONCCA, quien dice que “la merma de ganado se produjo por la falta de competitividad de Argentina en el mercado causado por las retenciones y por el atraso cambiario.”
Por su parte, desde el Sindicato de la Industria de la Carne Gran Buenos Aires y zona sur (SICGBA), aseguraron que “la cuota se incumple porque no hay una política sustentable en el tiempo que incentive a los productores a criar gordo. Los productores ganaderos dejaron de dar prioridad a este tipo de animal, para asegurar sus ventas en el mercado local con novillitos. La producción de animal pesado cayó 30% durante 2012”, y agregó que Argentina perdió el mercado ruso al que iba la mayoría de la carne que no pertenecía a la Hilton.
En un momento, el país tenía un gran stock ganadero y, por lo tanto, valores bajos para la venta interna. Fue hacia 1979 cuando el Gobierno Nacional abrió la Cuota Hilton para generar más ganancias para Argentina y asumir la responsabilidad de cumplir con las ventas desde el 1ro de julio de un año hasta el 30 de junio del siguiente.
Significaba entrar a la UE ingresando 10 mil toneladas de los mejores cortes de carnes sin tener que pagar derecho a la importación. Pero con el paso del tiempo el cupo aumentó a 29 mil toneladas.
Desde 1979 al 2005 nunca se repartió en tiempo y forma la cuota. Siempre hubo conflictos judiciales y nunca lo repartía el ministerio de Agricultura, sino que la distribuían los jueces, porque tenían muchas denuncias ya que algunos frigoríficos recibían, por parte del Estado, más cantidad del cupo de la Cuota Hilton para producir que otros lo que generaba cierto recelo entre los exportadores de carne.
Más tarde, en los tres ciclos subsiguientes (2005/2006; 2006/2007; 2007/2008) la Cuota Hilton fue repartida en tiempo y forma. Estaba ordenada, prolija, con buenos precios internacionales. Sin embargo, terminó en concentración cuando comenzó a implementarse el sistema de Registro de Operaciones de Exportación (ROE) de la mano del secretario de Comercio Interior desde el 2008. “Lo que hicieron fue una política a contra mano a lo que es la inversión del sector”, aseguró un ex funcionario de la ONCCA.
Hace 5 años que la Argentina no puede cumplir con el cupo de la Cuota Hilton y, tal como apuntan los exportadores, las retenciones son el detonante de la pérdida de competitividad. Gracias a la creación del ROE por el actual titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, Guillermo Moreno pudo perfeccionarlos poniendo restricciones a las exportaciones. Es decir, que los ROE dejaron de ser registros de ventas al exterior para pasar a ser habilitaciones de cupos exportables por parte de dicho funcionario. La manera que utiliza para comunicar qué tipo de corte, cuándo y cuánto exportarán los exportadores, es impuesta autoritariamente en el desarrollo de las reuniones semanales denominadas como “Escuelita de Moreno”.
Pero las intervenciones ordenadas por Guillermo Moreno al mercado ganadero no fueron las únicas que él encabezó. Se lo cuestiona por sus intromisiones en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el Mercado Central y en los sectores empresariales. Fue quién puso trabas a las exportaciones de trigo lo cual hizo que la campaña 2012/13 de este cereal resultara un fracaso y se convirtiera en una de las peores de la historia. Una de sus últimas medidas fue la de congelar los precios de las grandes cadenas de supermercados hasta principios de junio de este año. Parece que, en este caso, no hay freno a las arbitrariedades del secretario.
Guillermo Moreno aparece como el responsable de las exportaciones más bajas de los últimos 50 años, como así también de las 12 millones de cabeza de ganado pérdidas en tan solo 2 años. Claro está, no existe problema sin rostro, ni drama sin nombre.
María Laura Luna Watkins