El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, acaba de admitir que debió anular el pago de casi 7 millones de pesos en subsidios truchos otorgados por la ONCCA a un feed lot de Carlos Casares. La maniobra sucedió en 2009 y fue denunciada en exclusiva por Clarín. Pero en aquel momento, mientras en secreto ordenaba frenar los cheques, en público el alto funcionario desmintió los hechos y acusó al diario de “difamar” al Gobierno.
La nota en cuestión inauguró una saga de investigaciones sobre claras irregularidades cometidas en la ex ONCCA durante la gestión allí de Echegaray y su sucesor, el contador Emilio Eyras. Se tituló “trámite irregular en un subsidio de $ 10 millones” y fue publicada el 10 de setiembre de 2009. Ese día fue bastante particular, ya que esa mañana la AFIP movilizó a 200 inspectores hacia la redacción de Clarín, en una de las primeras hostilidades concretas del Gobierno contra esta empresa de medios.
¿Qué decía el artículo? Pues que Eyras, titular formal de la ONCCA, pero que trabajaba al lado de Echegaray en la sede central de la AFIP y respondía ciegamente sus órdenes, había firmado en sólo tres días igual número de resoluciones beneficiando a la firma “Paseo de las Lagunas” con subsidios por 10.075.397 pesos. La firma ganadera aparecía cobrando como Sociedad Anónima y como Sociedad de Hecho.
Clarín publicó el caso tras confirmar que no contaba con habilitación correspondiente. Y que en el partido de Carlos Casares no existía un feed lot con vacunos suficientes en engorde como para justificar un subsidios semejante.
En aquel momento, la reacción de Echegaray fue de furia. No sólo porque ordenó el megaoperativo contra el diario sino además porque la ONCCA emitió varios comunicados de prensa sobre el tema. El primero de ellos habló de una “difamante acusación” y de “información maliciosa”. El segundo, horas después, aclaró que “La ONCCA pagó en regla la compensación al feed lot de Carlos Casares”. Al día siguiente, hubo un tercer comunicado, donde la mentira oficial se consolidaba.
“La ONCCA informa que luego de la fiscalización pertinente a los feed lots Paseo Lagunas SA y Paseo Las Lagunas SH se determinó que ambos establecimientos estaban en regla y poseían la cantidad de animales correspondientes al pago de las compensaciones autorizadas”, decía ese escrito fechado en Hipólito Yrigoyen 370, sede central de la AFIP. Es decir, Echegaray afirmaba que existían dos feed lots diferentes. Y que los millonarios pagos estaban en regla.
Sin embargo, pese a esta desmentida, el mismo día en que Clarín publicó el artículo el funcionario ordenaba en secreto frenar la parte más importante de los subsidios irregulares: correspondían a la Resolución 7251/09, que otorgaba a la sociedad nada menos que 7.211.397 pesos. Gracias a la denuncia periodística, ese dinero no se fugó hacia manos extrañas.
La tardía confesión sobre esos pagos irregulares se conoce recién ahora porque curiosamente el mismo Echegaray incorporó el caso de Paseo Lagunas en la millonaria demanda civil que entabló por supuestos “daños y perjuicios” contra Matías Longoni, autor de aquella investigación. Aunque toda la comunidad periodística y el propio CELS (cercano al Gobierno) opinaron en contra de ese tipo de juicios contra periodistas, el jefe de la AFIP siguió adelante y reclama a Longoni una indemnización de 1.377.167 pesos. Lo acusa de haber montado un “complot mediático” para dañar su imagen pública.
“La ONCCA tomó las medidas urgentes que el caso requería a fin de evitar una posible consumación del daño”, asegura el funcionario en su demanda contra el periodista. Pero lo reconoce ahora, con cuatro años de retraso.