La arañuela roja es una plaga identificada con períodos de sequías, a la que, normalmente, los productores califican como “difícil de manejar”. Sin embargo, la clave, destaca Nicolás Iannone, del departamento de zoología agrícola de INTA Pergamino, es hacerlo a tiempo.
De acuerdo a un informe del especialista, la arañuela empieza en pequeñas poblaciones. Esto “juega” en contra de las correctas decisiones -señala- porque cuando el productor observa al cultivo con cierto deterioro lo atribuye a los efectos de la seca, o bien confunde que los primeros rodeos de la plaga son consecuencia del mayor impacto de la sequía en suelos de menor calidad o cobertura.
Ya que no hay umbrales de daño económico para arañuela roja en soja, hay una manera práctica de manejo a utilizar como guía o ayuda para la toma de una correcta decisión, dice Iannone.
Esta plaga va colonizando el cultivo desde las hojas basales hacia arriba, como también lo hacen los trips. Mientras las colonias estén sólo en el tercio inferior no habrá necesidad de control, refiere el especialista. Pero si comienzan a encontrarse colonias de arañuelas en el tercio medio de la planta o se encontraran síntomas iniciales de amarronado en el tercio inferior, debe ser inminente la adopción de una alternativa eficiente para el control de esta plaga, indica.
La presencia generalizada de arañuelas en el tercio medio de las plantas de soja, y peor aún en el tercio superior, estará indicando que el lote está “pasado” respecto de la adecuada oportunidad de un tratamiento químico que permita evitar el impacto económico. De esta forma, para no llegar un punto de irreversibilidad en el daño, Iannone aconseja aplicar abacmectina, a la dosis de marbete, ya que éstas aportan residualidad en el control.
Pero también hay que tomar algunas precauciones -indica-, como agregar un buen tensioactivo al caldo de aplicación, preferentemente siliconado, o sumar un antievaporante si la aplicación se hará por la mañana.
El especialista manifiesta que en los casos de plantíos de soja detenidos en su desarrollo por efecto de una seca, conviene la elección de un insecticida de acción translaminar.
Cabe destacar -aclara- que de usarse productos de escasa residualidad, a la semana de aplicados puede haber un rápido desarrollo de nuevas poblaciones de la plaga, como resultado de la eclosión de los huevos que estaban presentes al momento del primer tratamiento, en el envés de la hoja.
Si aun el problema no llegó al cultivo, inicialmente el grueso de las fuentes de infestación de arañuelas están sobre los bordes de los lotes; también sobre las malezas que son hospederas favorables, en banquinas o cunetas y costados de los caminos, así como en situaciones potencialmente más peligrosas cuando la soja linda con lotes de alfalfa y tréboles.
De existir condiciones predisponentes para que la plaga se disemine a la soja, conviene realizar una aplicación sólo perimetral a los lotes sembrados con la oleaginosa. De no cambiar radicalmente las condiciones de estrés hídrico, repetir las aplicaciones perimetrales a la semana o diez días.
En resumen, a cuidarse de este ácaro, que es muy chiquito pero puede causar grandes daños.