Suelos anegados, falta de piso y demoras en la siembra en algunas regiones. Lluvias que no llegan a tiempo en otras zonas y, de nuevo, dificultades para completar la implantación. Cuando todavía se están sembrando la soja y el maíz, no caben dudas de que la primera parte de la campaña 2012/2013 fue para el infarto. Sembrar fue una odisea para muchos. Se sembró como se pudo, aprovechando cuando lo dejaba el clima. Pero en algunas zonas, como en el centro oeste bonaerense, directamente quedaron lotes sin poder trabajar.

¿Se logró implantar todo lo previsto o quedó superficie sin cubrir?; ¿los atrasos condicionarán en forma importante los rindes potenciales o estarán compensados por las mejores condiciones de humedad?; ¿qué estrategias de defensa llevaron adelante los productores ante una campaña tan atípica?

Por lo pronto, en los últimos informes semanales de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires no se observaron cambios importantes en las estimaciones de siembra. Según la entidad, hasta anteayer se habían logrado completar el 90,8% de la soja y el 88,5% del maíz.

En la oleaginosa, el área prevista, de 19,7 millones de hectáreas, es mayor a los 18,6 millones de hectáreas que hubo en 2011/2012, según cifras oficiales. En tanto, en maíz, de acuerdo con datos oficiales, el año pasado sembrado se hicieron 5 millones de hectáreas, entre grano comercial y ganadería. Ahora en las empresas semilleras prevén un recorte del 10 a 12 por ciento sobre esa cifra.

Las distintas proyecciones de siembra ya parecen tener incluidas las pérdidas de superficie por anegamientos que LA NACION pudo relevar en distintas zonas.

En materia de producción, las estimaciones preliminares van de 51 a 55 millones de toneladas para la soja y de entre 26 a 30 millones de toneladas en maíz. Pese a la reducción del área y a las demoras para la siembra, la buena condición que tienen muchos cultivos de maíz compensarían esas situaciones.

ZONA POR ZONA

En el sur de Santa Fe, se estiman pérdidas de entre el 5 y el 15% de la superficie sembrada tanto en soja como en maíz. Hugo Blanco, asesor del CREA María Teresa, del sur de Santa Fe, lo explicó así. "Las lluvias de noviembre y diciembre atrasaron la implantación de ambos cultivos con pérdidas de hasta un 15% en situaciones extremas", contó. Hughes, Santa Emilia, Murphy y La Chispa son algunas de las localidades que tienen los campos más complicados por los excesos hídricos. "Son lotes que no tienen vuelta atrás, porque el agua todavía está presente", expresó.

Para Juan Pablo Ioele, asesor en el sudeste cordobés, en los departamentos de Marcos Juárez y Unión, los productores se han encontrado desde julio hasta ahora con una situación de anegamiento "no común" en los campos. No sólo eso: se presentaron episodios de granizo. Y entre Marcos Juárez y el departamento de Unión hubo unas 120.000 hectáreas afectadas. "Los daños rondan entre un 65 y 100%", precisó.

Para Ioele, entre los excesos hídricos y los eventos de granizo allí quedará sin sembrar entre 10 y 15% de la superficie.

En el norte de Buenos Aires, el centro y oeste provincial, los excesos de lluvias recortaron las estimaciones de siembra. Hay situaciones donde las mermas van de un mínimo del 10% a un máximo del 40%, aunque es variable. "Se sembró prácticamente toda la superficie planificada con maíz, pero de soja aún queda una parte que se está completando ahora. En términos generales, se llega al 10% del área sin sembrar tanto en soja de primera época como de segunda fecha", señaló Julio Lieutier, asesor del CREA Seguí-La Oriental, en el norte bonaerense.

El técnico advirtió sobre una merma del rinde por la demora en la siembra. "El cultivo tiene un atraso de más de 20 días respecto de la fecha óptima. Esto puede provocar una merma importante en el rendimiento, aunque hoy es prematuro aventurar el número final", dijo.

ALERTA POR RAMA NEGRA

En el oeste bonaerense, para los partidos de Rivadavia, General Villegas y Pellegrini, el consultor Gustavo Duarte estimó que un 22% del área total de esa región podría quedar sin sembrar. Y profundizó sobre las demoras en la implantación: "El atraso en la siembra significa una caída en el rendimiento potencial de los cultivos. En soja, por ejemplo, esto significa para el partido de Rivadavia, 34 kg/día de atraso desde diciembre".

Duarte destacó otro problema que ya se ve en otras regiones: la presencia de muchos lotes enmalezados por no haber podido realizar a tiempo los controles de malezas.

"Se ven muchos lotes enmalezados con la peor maleza que hoy tienen los cultivos y que es la rama negra, generando, además, un sobrecosto en el intento de controlarla", graficó el técnico.

José Aranguren, asesor del CREA Mones Cazón-Pehuajó, en el oeste bonaerense, da cuenta de una merma aún mayor, del 40%, en la superficie sembrada, por culpa de los excesos hídricos y anegamientos. "Desde 9 de Julio hasta Daireaux, en general, sólo se completó entre el 50% y el 70% de la siembra de soja", precisó.

Un dato: de acuerdo con un informe del INTA 9 de Julio, en la cabecera de ese partido se registraron el año pasado 1890 milímetros. Eso representa un 78% superior al promedio histórico 1961/2011. A diciembre pasado, el 47 por ciento del partido estaba afectado. Por allí estiman que en el circuito económico local dejarán de pasar $ 300 millones.

Según Aranguren, la soja, en general, se sembró a partir del 10 de noviembre, cuando normalmente se suele empezar el 20 de octubre. Para el técnico, el atraso generará una reducción del rinde.

Desde Bolívar, el productor Federico Stegmann describió un panorama similar. "Nosotros sembramos todo el maíz a fines de noviembre, pero durante esta campaña tuvimos casi 60 días de demora. Con respecto a la soja, estamos retrasados. Todo lo encharcado no se sembró y se evidencia una merma en el área por implantar", detalló.

MAÍCES TARDÍOS CON MÁS ÁREA

Crecimiento

Se observó un aumento de diez puntos con el maíz tardío y de segunda esta campaña, según señalan en Monsanto. De un 30 a 35% de participación sobre la superficie se pasó a 40 a 45%. Muchos productores se acuerdan de que en la campaña anterior los maíces tardíos tuvieron muy buenos rendimientos y que escaparon mejor a la sequía que los tempranos. Para esta campaña, además de ese recuerdo se agregó otro factor: la demora en poder sembrar temprano por los problemas de piso. Un ejemplo de lo ocurrido. En el CREA Seguí-La Oriental sembraron en promedio un 65% de maíz tardío y un 35% de temprano. A todo esto, según Rodolfo Rossi, de Nidera, hubo un aumento de soja de segunda sobre cebada y cultivos leguminosos.

1890

milímetros

es la lluvia registrada en todo 2012 en la cabecera del partido bonaerense de 9 de Julio. Eso representa un 78 por ciento superior respecto del promedio histórico en ese lugar 1961/ 2011.