Al pie de un altísimo mástil en el que la bandera argentina encontraba suficiente viento para flamear a gusto, frente a unas 3.000 personas que se reunieron parea entonar el Himno, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevere, defendió anoche la legalidad de la compra del predio de Palermo por parte de la entidad en 1991 y ratificó que resistirán la confiscación del terreno en la Justicia . Además acusó al Gobierno de utilizar el tema como una cortina de humo para esconder los saqueos y los casos de corrupción.
“No queremos que nos gobierne una oligarquía de ricachones metidos en Puerto Madero, que no se sabe de qué trabaja ni de dónde ha sacado la plata que tiene, y que se sabe que es la más corrupta de la Argentina”, disparó Etchevere, quien al caer la noche cerró un acto realizado en pleno predio de Palermo. El mundo al revés, habrán pensado muchos: el titular de la entidad centenaria –que simbolizó siempre a la oligarquía vernácula– cedía ese mote a los integrantes de un gobierno de origen peronista. El entrevero que ha provocado el Gobierno con la sorpresiva decisión de anular la venta del predio ferial de Palermo, que la SRA ocupa como inquilina desde 1875 y como dueña desde 1991, en tiempos del menemismo, es por cierto mayúsculo. Junto al jefe de la Rural se ubicó anoche buena parte del arco opositor. Expresando solidaridad con los confiscados hubo macristas, radicales, gremialistas, algún ex piquetero y también peronistas, pero de los que hace rato tomaron distancia del oficialismo.
Etchevere, que sucedió en el cargo a Hugo Luis Biolcati (ausente por vacaciones) hace pocos meses, no se asustó por su inusual debut en Palermo y mostró dotes de orador. “No le tenemos miedo señora presidenta. Desde la tribuna oficial o desde arriba de un cajón de frutas vamos a decirle siempre lo que tenemos que decir”, se envalentonó. Y lo que tiene que decir la SRA respecto del decreto –que la semana pasada dictó el Gobierno para anular la venta– es que esa operación se realizó de acuerdo a la ley del Legítimo Ocupante y tras una tasación encomendada por las autoridades a tres instituciones diferentes. Así, se retrucó el argumento de que la venta fue realizada a “precio vil” por US$30 millones a que se concretó el acuerdo. Etchevere reconoció, en cambio, uno de los argumentos oficiales: que la SRA adeuda todavía 20% del valor acordado. Pero aseguró que esa deuda se originó en el retraso del propio Estado.
El acto en Palermo, concebido inicialmente como una muestra de repudio cívico a la expropiación del predio, se transformó en un verdadero mitín opositor . “La Rural es para la gente que produce, no para parásitos”, decía el cartelito entre una multitud entre los que había gente claramente “acomodada” y otra visiblemente bastante más humilde. Los dirigentes que hablaron antes de Etchevere, uno por uno, consideraron que la confiscación obedecía a una revancha de Cristina Kirchner contra el sector que en 2008 le propinó su primera gran derrota política con la 125. Un cruzado de aquella pelea, el entrerriano Alfredo De Angeli, abrió la lista de oradores y también, mirando hacia las cámaras, se dirigió a la presidenta: “No hable de paz si usted no la practica”, le pidió tras considerar que el kirchnerismo “ha llegado al fanatismo y tuvo la capacidad de dividir al pueblo argentino”. Cosechó aplausos, lo mismo que otro personaje que envió su adhesión: el ex vicepresidente Julio Cleto Cobos. Rubén Ferrero, presidente de CRA; el dirigente social de La Matanza Héctor “Toty” Flores; el sindicalista Gerónimo”Momo” Venegas; el duhaldista Carlos Brown; la diputada Patricia Bulrich y su par Federico Pinedo, al frente de una gran delegación del PRO. Todos recibieron aplausos de un público más unido por su rechazo al kirchnerismo que por su amor a los Grandes Campeones de Palermo.