Mientras espera que esta semana las lluvias den algo de tregua a la zona núcleo agropecuaria, lo que comenzó a activar la retrasada siembra de soja y maíz, la dirigencia agropecuaria salió a pleno a reclamar que el Gobierno asuma la problemática y dé asistencia, así como a denunciar que gran parte de la responsabilidad por las inundaciones recae en las autoridades por la falta de obras de infraestructura hídrica en el interior.

Los presidentes de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi; de Coninagro, Carlos Garetto; y de Sociedad Rural (SRA), Luis Etchevehere, alertaron durante el fin de semana sobre los problemas que derivarán de las inundaciones.

Buzzi dijo que en algunas regiones no se va a poder sembrar por varios meses, debido a la inundaciones de los campos. Y si no se siembra, no se va a poder pagar. Lo que tenemos que denunciar entonces es que, cuando se vaya el agua, los que van a alquilar todavía más campos que ahora son los pooles de siembra, el capital financiero, que tiene espalda para aguantar situaciones como esta que provocaron las tormentas, y van a seguir desplazando productores, manifestó.

El dirigente federado culpó al Gobierno por falta de obras hídricas. Tiene que poner en agenda el problema de las zonas rurales inundadas, hay mucho malestar de los productores por la falta de respuestas.

En ese coincidió Etchevehere, quien resaltó que no se sabe qué se hizo con la plata del campo en los últimos años. Falta que el Estado haga su parte en obras que morigeren el efecto de los desastres climáticos, enfatizó el titular de SRA ruralista, quien recalcó que con el dinero perdido por las inundaciones (en la provincia de más de $ 3.000 millones) se podría haber finalizado las obras del río Salado, lo que hubiera reducido la magnitud de las inundaciones.

Tras un octubre bajo el agua, en el cual el 80% de la región núcleo recibió entre 250 milímetros y 430 milímetros de precipitaciones, la excesiva acumulación de agua retrasó con fuerza las tareas de la siembra de la campaña gruesa, principalmente de soja y maíz. En su informe de octubre, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) estimó que la cosecha argentina de soja estaría en 55 millones de toneladas para mayo de 2013. Pero luego de las lluvias acumuladas desde agosto último, se prevé que no pasará de las 50 millones. Está en peligro la supercosecha, planteó Garetto. El Usda dará su nueva estimación el viernes.