El manejo nutricional y los fertilizantes de alta tecnología jugaran un rol fundamental para alcanzar este propósito. Una frase recurrente es: “todos los años son diferentes”. Hasta hace poco los productores venían sufriendo las consecuencias de una sequía importante, y de pronto la situación se fue al otro extremo con inundaciones que han “achicado el campo”.
Partidos como por ejemplo, Pehuajó, Bolívar, Carlos Casares y la zona de Daireaux, entre otros, han sido muy afectadas por esta situación. Se llegó a perder varias hectáreas de trigo y cebada y, además, están comprometidos lotes destinados a los cultivos de verano.
Ante este contexto, para mantener los ingresos, es necesario recurrir al conocimiento e ingenio buscando aumentar la producción en la superficie sembrable. El año, desde el punto de vista climático, “pinta” muy bien para lograr altos rendimientos, por lo tanto habrá que ajustar variables pasando por la elección de materiales, control de malezas, plagas y enfermedades, y una buena fertilización. En definitiva para producir más por unidad de superficie hará falta aumentar la eficiencia de uso de los recursos.
En los planteos actuales de maíz y soja, en muchos casos, hay mucho por mejorar aún y, esta campaña, bajo una restricción en superficie, la clave será alcanzar el verdadero potencial del cultivo a través un adecuado manejo nutricional.
Ante esta panorama el Ing Daniel Germinara de Yara Argentina aconseja: “En el caso del maíz, es sabido que si el perfil está cargado y persiste el pronóstico de lluvias en el período crítico (alrededor de floración), cada kg. de nitrógeno que apliquemos volverá en rendimiento con creces. Claro, que debemos comenzar con una fertilización a la siembra que satisfaga las necesidades de fósforo, si los valores de suelo estuvieran por debajo de 15-16 ppm (Bray-1). El azufre, contribuye a una mejora en la eficiencia de uso del nitrógeno, por lo que no deberíamos dejarlo de tener en cuenta. Incluso todavía, queda un espacio de mejora para completar la nutrición y logar así los mayores rendimientos, con esto me refiero al zinc. Este micronutriente es clave para el cultivo, el cual ya ha demostrado interesantes respuestas a su aplicación, sobre todo en siembras de primera, lotes de baja materia orgánica y/o muy “chacareados”. Resulta muy interesante la aplicación ya que es una inversión de bajo costo en relación a las respuestas en rendimiento”.
Propuesta Yara:
“Para aumentar la producción en las superficies disponibles en maíz, en Yara recomendamos el uso de Nitrocomplex Plus como fertilizante arrancador para aplicar a la siembra. Se trata de una tecnología balanceada que le permitirá al maíz un rápido desarrollo inicial e intercepción de luz. Para complementarlo recomendamos el uso de Nitrodoble, el fertilizante nitrogenado más eficiente, el cual no posee pérdidas por volatilización y puede ser aplicado en cobertura (voleo) de manera rápida y sencilla. Este aspecto resulta mucho más relevante esta campaña, ya que por los cortos periodos entre lluvias, hay pocas oportunidades de tener piso para refertilizar”, afirma el Ing Germinara.
También en soja a través del manejo nutricional podríamos generar mayores rendimientos. Asegurar el fósforo en lotes de menos de 11-12 ppm (Bray-1) es clave. Además es importante acompañar con azufre. Para simplificar esta tarea Yara recomienda la aplicación de Sausor, un fertilizante granulado y complejo químico para aplicar a la siembra, con fósforo y azufre en proporciones balanceadas. La alta calidad física que posee esta tecnología es una característica clave a la hora de facilitar la operación de siembra.
Para completar la nutrición, un aporte vía foliar puede dar muy buenos resultados. Este año Yara lanzó Glytrac, el primer fertilizante foliar desarrollado para la soja de Argentina. Se trata de un producto que aumenta en promedio entre 1 y 1.5 de vainas más por planta con una muy alta efectividad en todas las zonas y una excelente relación costo-beneficio. Su aplicación es en R3 y puede ser realizada conjuntamente con numerosos insecticidas o fungicidas para aprovechar la “pasada”.