Los seguros contra default en la Argentina son los más caros del mundo, por encima de los de Pakistán y Egipto, que tienen para S&P notas parecidas. Para Standard and Poors el país está bien lejos de ser siquiera el peor de América, aunque es uno de los pocos y el único importante con malas perspectivas.
Cristina Kirchner debería decirles a los tenedores de bonos, a los que compran seguros contra cesaciones de pagos tan caros y a los inversionistas que no aparecen para asociarse con YPF que mejor miren las notas de las calificadoras.
En lugar de ello, la Presidenta llamó "gran verso internacional, gran estafa internacional" a las calificadoras de riesgo. Seguramente el argumento así revoleado como acusación propagandística será repetido hoy hasta el cansancio por el oficialismo para rebatir la baja de la nota de la deuda en moneda extranjera por parte de Standard and Poors.
La calificadora no dijo nada nuevo, sino que hay menos probabilidades que antes del default chaqueño de cobrar acreencias en dólares en el país. Y siguió bajando la nota en moneda extranjera en los grados que para los bonos del país son de categoría "especulativa".
A la presidenta Cristina Kirchner se le ocurrió hace poco despotricar con acusaciones propagandísticas contra las calificadoras de riesgo, aunque le convendría elogiarlas
Pero además la Argentina pasó a integrar el incómodo club de los países que tienen perspectivas negativas para la misma Standard and Poors. El país es el único de tamaño importante en América latina y el Caribe que tiene mala perspectiva, es decir, de sufrir una nueva baja de calificación.
El resto del "club" está integrado por Aruba, Bahamas, Jamaica y Granada.
Aruba y Bahamas tienen menos de qué preocuparse, puesto que tienen mucho mejor calificación que la Argentina y ambos tienen "grado de inversión". Aruba tiene A- y Bahamas BBB, tanto en moneda extranjera como local.
Jamaica tiene la misma nota y la misma perspectiva en moneda extranjera que la Argentina, aunque nuestro país tiene mejor nota respecto de las posibilidades de cobrar acreencias en moneda local. Es B, contra B- de Jamaica.
La perspectiva negativa quiere decir que la calificación muy probablemente sea revisada hacia abajo. Venezuela tiene mejor nota que la Argentina (B+) y la perspectiva es estable, es decir, que no hay expectativas de que sea rebajada.
La Argentina está apenas un escalón por encima de Granada en calificación, que para la pequeña isla del Caribe es CCC+, lo que significa que es "actualmente vulnerable y dependiente de favorables negocios y condiciones financieras y económicas para poder cumplir con sus compromisos".
La Argentina pasó a integrar el incómodo club de los países que tienen perspectivas negativas para la misma Standard and Poors
Bolivia, que acaba de hacer una colocación de deuda internacional con rendimiento por debajo del 5% anual en dólares, es BB-, es decir, mejor que el de la Argentina. El más bajo "grado de inversión" para S&P es BBB- y el más alto AAA. Esta última nota no la tiene país alguno en América latina y el Caribe.
En América latina sólo tienen "grado de inversión" Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Perú y Uruguay.
Aunque las calificaciones no son una recomendación para invertir o no, los bonos considerados por el mercado como "grado de inversión" son aquellos que conviene comprar y conservar hasta el final de su vida programada, aunque suelen ofrecer rendimientos bajos, lo que significa menor esfuerzo de pago para el país emisor.
Los de "grado especulativo" son para el mercado aquellos que por sus oscilaciones en las cotizaciones pueden causar grandes pérdidas o grandes ganancias a los compradores. No son la mejor opción para quienes quieren colocar sus ahorros en lugar seguro por tiempo largo con riesgo y rendimientos muy bajos.
Por debajo de los especulativos aparecen los "bonos basura" en los cuales las probabilidades de no cobrar son muy altas y por lo tanto, la cotización de mercado es bajísima.
S&P fue la que en 2011 bajó la nota de los Estados Unidos, que hoy no tiene la mejor del mundo.