Para la vida de los estadounidenses, el maíz es el cultivo más relevante. De él dependen no sólo los agricultores, sino una buena parte de los ciudadanos, incluso aquellos que nada saben de rindes, semillas o cosechadoras. En efecto, del cereal se nutre un amplio sector de la economía de los Estados Unidos: desde la creciente industria del etanol a los múltiples feedlots que engordan la hacienda o los establecimientos porcinos y avícolas; todos tienen su suerte ligada a la del maíz. Pero en los últimos meses esa suerte se convirtió en infortunio. La sequía afectó gravemente las plantas y llevó el precio del cereal hasta un récord histórico que esfumó los márgenes de rentabilidad.
Quizás a partir de entender lo anterior se llegue a comprender el movimiento hecho ayer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés), que sorprendió al mercado al sostener la cosecha de maíz muy por encima del volumen calculado por los especialistas privados y, en el mismo informe, recortar más de lo previsto por los operadores la producción de soja estadounidense.
El "efecto sorpresa" tuvo como resultado inmediato la caída de los precios del cereal y el aumento de las cotizaciones de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago. Así, las posiciones septiembre y noviembre del maíz perdieron US$ 4,43 y 3,24, mientras que sus ajustes fueron de 303,53 y de 302,94 dólares por tonelada. En el caso de la soja, los contratos septiembre y noviembre aumentaron US$ 16,26 y quedaron con valores de 639,62 y de 641,46 dólares.
Según el USDA, la cosecha de maíz estadounidense será de 272,49 millones de toneladas, volumen que quedó por debajo de los 273,79 millones del mes pasado, pero muy por encima de los 263,66 millones de toneladas previstos por el mercado, en función de los daños ocasionados por la sequía sobre los cultivos. Entre los operadores, uno de los datos más objetados fue la superficie que el organismo fijo como apta para la cosecha, 35,40 millones de hectáreas, dado que existe consenso en el mercado respecto de que habrá un importante abandono de superficie por lo magro de los rindes que ya se están relevando tras los primeros pasos de las cosechadoras.
En ese sentido, el USDA redujo el rinde promedio de 77,45 a 77,08 quintales por hectárea que, no obstante, quedó por encima de los 75,69 quintales calculados por los privados.
Acerca de las cifras dadas por el organismo para la campaña sojera en EE.UU., estimó la cosecha en 71,69 millones de toneladas, por debajo de los 73,27 millones del informe anterior y de los 72,31 millones calculados por el mercado.
"Cómo puede ser que la soja, que recibió lluvias sobre los cultivos tardíos, esté peor que el maíz, que pasó toda la campaña con un severo déficit de humedad", se preguntaba ayer un operador mientras repasaba cada una de las nuevas cifras oficiales. "Esto tiene que ver con una cuestión ajena a lo agronómico", agregó la misma fuente, en referencia suspicaz a la incidencia del alto precio del maíz sobre el costo de vida estadounidense; la casi nula influencia de la soja sobre el mismo indicador, y la "conveniencia" de las cifras dadas por el USDA en ese sentido.
Impacto local
En el mercado disponible, el mayor impacto del informe se apreció sobre la soja. Las fábricas pagaron $ 1970 por tonelada en Timbúes, San Martín, San Lorenzo, General Lagos y en Ricardone, $ 40 más que anteayer. También aumentó la soja de la próxima cosecha, que se negoció a US$ 350 por tonelada en San Martín, General Lagos, Timbúes, San Lorenzo y en Arroyo Seco, con una ganancia de 5 dólares.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja aumentaron US$ 7,50 y 4,70, mientras que sus ajustes resultaron de 439,10 y de 356,20 dólares por tonelada.
Para la Argentina, el USDA mantuvo sin cambios su estimación de cosecha 2012/2013 de soja, en 55 millones de toneladas.
Respecto del maíz, los exportadores pagaron US$ 180 por tonelada de cereal con entrega en octubre sobre General Lagos, San Martín y Punta Alvear, entre 3 y 5 dólares menos que anteayer. La mercadería de la próxima cosecha, con descarga en marzo y mayo, se cotizó a US$ 190 en San Martín y en Timbúes, con una quita de US$ 5. En el Matba, las posiciones diciembre y abril del maíz perdieron US$ 5,50 y 1,70, mientras que sus ajustes resultaron de 191 y de 197,50 dólares por tonelada.
Por último, los exportadores pagaron US$ 245 por tonelada de trigo en Bahía Blanca y en San Martín, 5 dólares menos que anteayer.
Sorpresas en el reporte del USDA
Bajista para el maíz
La cosecha de maíz en los Estados Unidos fue reducida de 273,79 a 272,49 millones de toneladas, pero quedó muy por encima de los 263,66 millones calculados por el mercado.
Alcista para la soja
Mientras los operadores estimaron la producción de soja estadounidense en 72,31 millones de toneladas, el dato oficial la ubicó en 71,68 mill. t, por debajo de los 73,27 millones de agosto.