Guillermo Moreno sorprendió a todos diciendo: “A mí no me preocupa la brecha entre el dólar oficial y el paralelo.” Lo afirmó frente a un reducido grupo de empresarios de la alimentación que lo frecuenta todas las semanas, quienes quedaron perplejos por la pasividad del secretario de Comercio. Moreno agregó: “ El mercado paralelo no mueve nada , lo importante es el comercial.” El funcionario respondió así al temor que tienen los hombres de negocios por la escalada del dólar paralelo y el atraso del billete oficial.
Daniel Marx resumió esa inquietud en una reunión reservada con financistas: “El Gobierno tenía una dificultad y la trasformó en un problema cambiario”.
Moreno minimiza el desequilibrio como modo de enfrentar las críticas intensas a su política cambiaria que surgen tanto del interior del Gobierno como de parte de poderosos hombres de negocios.
En el sector privado se acusa a Moreno de una “mala praxis” que provocó incertidumbre cambiaria y también de algo peor: dejar al descubierto lo atrasado que está el tipo de cambio oficial . En la Unión Industrial se admite que el billete oficial tiene un retraso del 25% y en la Asociación de Bancos se lo ubica en un 15%.
Moreno descalifica el problema para atrincherarse en la defensa de sus manejos. Aplicó el mismo razonamiento cuando la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales le comunicó las objeciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a su política de importaciones. Entonces le dijo a Cecilia Naón, en forma soez y descortés: “Querida, que la OMC me chupe las pelotas.” Axel Kicillof –en su alocada carrera por acumular poder– utilizó la estampida del dólar para objetar las continuas desprolijidades del supersecretario. Igual, la Presidenta frenó su escalada de poder y respaldó al secretario de Hacienda Carlos Pezoa , quien es acosado por Kicillof.
La dupla Hernán Lorenzino-Amado Boudou volvió a deslizar críticas a los controles cambiarios en reuniones privadas y trató de diferenciarse de la política “rústica” de Moreno. Mercedes Marcó del Pont mantiene perfil bajo, pero pide flexibilizar las compras en el mercado legal, como le sugirieron los banqueros.
La presidenta del BCRA tiene un acuerdo con Moreno para enfrentar a Boudou , y por eso prefiere acatar las directivas del secretario de Comercio, a pesar de que el atraso cambiario desdibuja su histórica prédica por un dólar alto y competitivo.
Julio De Vido es el enemigo más duro de Moreno. Considera que Moreno está desafiando uno de preceptos básicos de Néstor Kirchner: mantener tranquilo el mercado cambiario como fórmula de gobernabilidad . El ex presidente actuó de esa manera aun en medio de la crisis del campo y el cimbronazo del colapso financiero de Estados Unidos. Jamás fijó trabas a la compra de dólares y actualizó el tipo de cambio en los años 2008/2009.
Hasta ahora la ofensiva contra el Moreno no tiene éxito.
Cristina Kirchner respalda su política de controles y su decisión de acelerar la “tablita” oficial de devaluación al ritmo anual del 14%. Ayer el Gobierno extendió la intervención al turismo y prepara medidas contra la dolarización del mercado inmobiliario.
El Gobierno quiere pesificar por decreto la compra y venta de departamentos.
En privado, los hombres de negocios califican severamente al accionar del secretario de Comercio. El martes hubo una acalorada reunión en la UIA, en la cual se concluyó que había un verdadero desmanejo cambiario. Según los líderes fabriles, estas son las razones de este cuadro: El fondo del problema es la falta de dólares en la economía para financiar el programa económico de este año.
La brecha cambiaria frenó aún más la actividad y su permanencia frena la inversión a futuro.
La decisión de dejar disparar el paralelo dejó en evidencia que es barato el dólar oficial a $ 4,48.
Argentina perdió competitividad frente a Brasil y el resto de América latina, que ajustaron el tipo de cambio.
Se teme el impacto que tendrá el paquete de medidas de Brasil sobre la Argentina.
Sólo habrá parches, hasta que Argentina no frene el alza de los precios .
Es creciente el déficit de provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
La brecha alta genera maniobras de comercio exterior para evadir divisas .
Los ministros tienen nula iniciativa y existe mucha impericia en el manejo de la política económica.
Nada de esto se dijo en la reunión de la COPAL. Los empresarios tienen pánico a la represalia estatal. El titular de COPAL, Daniel Funes de Rioja, sólo utilizó el eufemismo de que existen “desafíos a resolver” para hacer una tibia alusión a la bronca empresaria. En cambio, Beatriz Paglieri –la única funcionaria que concurrió– usó la tribuna de Copal para reprobar las críticas y ratificar que no habrá ningún cambio a la estrategia que impugnan los industriales.
En la reunión se conoció un dato clave para el futuro de YPF. Se trata de una confesión que hizo Nicolás Arcedo, el nuevo director económico de la petrolera. Trascendió que el funcionario mantuvo el lunes una reunión, en el Palacio de Hacienda, con el equipo de Axel Kicillof. Arcedo, en esa intimidad, fue muy sincero y admitió que se habían equivocado en el diagnóstico financiero previo de YPF . Sostuvo que pensaban encontrar una caja llena de dividendos y que eso permitiría financiar un plan para aumentar la producción. El directivo –mano derecha de Kicillof– miró a su exclusivo auditorio y confesó: “ Lo único que encontramos es un agujero financiero y multimillonarias deudas a pagar.