Durante los últimos siete días continuaron registrándose lluvias de variable intensidad en gran parte de la región agrícola. A pesar de la heterogeneidad, los milímetros acumulados lograron superar las expectativas y permiten mantener un paulatino reabastecimiento del perfil de suelos en regiones de gran importancia.
Según el último Panorama Agrícola Semanal, que prepara la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los mayores volúmenes se concentraron sobre las regiones centro norte de Córdoba, margen oriental del noroeste argentino (NOA), nordeste argentino (NEA), extremo norte de Santa Fe, zona núcleo norte, zona núcleo sur, sur de Entre Ríos, y centro y oeste de Buenos Aires.
Contrariamente, en el sur de Córdoba continúa un fuerte déficit hídrico que se prolonga por más de 60 días en la región.
La actual recuperación hídrica presenta un alivio significativo, que permite anticipar una muy buena implantación en siembras tardías de enero. En estas condiciones, la proyección que hace la Bolsa porteña de producción de soja se mantiene en 46.200.000 toneladas de soja.
En cuanto al maíz, en el orden nacional los cuadros de primera siembra se encuentran en estadios avanzados de llenado de grano o próximos a la madurez fisiológica en diversas condiciones, es decir, perfilando rendimientos muy variables, pero menores en casi todos ellos a los potenciales promedios históricos. En cambio los cuadros tardíos hoy transitan estadios vegetativos o a lo sumo los más avanzados comenzando con la floración, en buenas condiciones.
Por otra parte, continúan con la trilla de aquellas zonas donde se han sembrado materiales precoces, como en el centro norte de Santa Fe (Rafaela, Margarita, departamento de Obligado) con rendimientos que van desde los 30 a los 45 quintales. Y en Entre Ríos (Paraná, Concordia, Gualeguaychú), donde han obtenido mejores productividades por hectárea, que van desde los 40 a los 60 quintales.
Frente a ese escenario, la Bolsa sigue manteniendo la proyección tentativa de producción en un techo de 22.000.000 de toneladas, clima favorable mediante.
Respecto del girasol, hacia el centro norte santafecino las lluvias acumuladas ralentizan las labores de recolección. Al momento se llevaba cosechado el 86 por ciento del área apta, restando aquellos lotes de siembras de fines de septiembre/principios de octubre.
El promedio de rendimiento obtenido es de 19 quintales por hectárea y se estima una vez finalizada la cosecha en la zona, el rinde medio se incremente hasta ubicarse cercano a los 19,5 quintales.
De este modo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene la proyección tentativa de producción en 3,5 millones de toneladas para la campaña en curso. Al momento se recolectó un 22 por ciento de la superficie cultivada a nivel nacional con un rendimiento medio de 17,7 quintales por hectárea.
Necesidades en el NOA
En el noroeste argentino (NOA) se necesita una buena lluvia para salvar la cosecha gruesa, señaló un informe de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Para este movimiento, en los próximos días se define la suerte de la campaña agrícola en esa región del país.
Parte de los rindes esperados en soja y maíz ya se evaporaron por la falta de agua. Pero ahora se necesitan lluvias abundantes de manera inmediata para que las pérdidas no sean mayores.
Las precipitaciones que estaban anunciadas para comienzos de esta semana pasaron de largo en muchas áreas productivas de la región y ahora todas las expectativas están puestas en las lluvias previstas para estos días.
En el sur de Tucumán (La Cocha) y el departamento de Santa Rosa de la provincia de Catamarca alrededor de un tercio del área programada de soja y maíz no se pudo sembrar por falta de agua. Y el estado de los cultivos que sí se pudieron implantar es crítico.
"En muchos campos de la zona llovieron en diciembre y enero apenas 80 milímetros, cuando lo normal es que entre ambos meses se registren al menos 280 milímetros", explicó Ramón Puchulu, miembro del CREA Santa Rosa (Catamarca).
Parte del área que queda por sembrar podría ocuparse con poroto negro (cuya ventana de siembra se extiende hasta mediados de este mes). Pero eso sólo podrá ser posible en caso de que en los próximos días aparezcan lluvias importantes en la región.
"En la zona hay varios campos con riego con pivote central, pero en los últimos dos meses las temperaturas fueron tan altas y la humedad relativa tan baja que incluso en los planteos con riego el estado de los cultivos no es óptimo", comentó Puchulu. "La última vez que tuvimos un verano tan seco fue probablemente en la campaña 1997/98", agregó.
La falta de agua en muchos casos viene acompañada de ataques severos de plagas -como, por ejemplo, la oruga bolillera- que obligan a realizar hasta cuatro fumigaciones de un mismo lote afectado (algo que aumenta de manera significativa el costo de producción del cultivo de soja).
En el noroeste de Santiago del Estero llovieron entre 100 y 120 milímetros entre diciembre y enero, mientras que los registros históricos muestran un promedio del orden de 300 milímetros para ese bimestre.
"La soja sembrada en los primeros días de diciembre está ingresando en el período crítico de floración y necesita aportes de agua urgentes", comenta Hugo Lázaro, miembro del CREA El Palomar.
46,2 Millones de toneladas
Es la última estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para la producción de soja.
22 Millones de toneladas
Será la producción de maíz de la actual campaña, el cultivo más afectado por la sequía.