Un artículo publicado por Edgar Mainhard, director del sitio Urgente 24, asume que Julián Domínguez, ministro de Agricultura llegado a la cartera luego del conflicto campo-Gobierno en 2008, estaría considerando renunciar a su cargo, puesto que podría perder el electorado potencial que esperaba convocar” para llegar a su máxima ambición: ser gobernador de Buenos Aires, y que también estaría perdiendo “su propia base de apoyos que le permitió ascender en la política bonaerense”.
Según el artículo, Domínguez aceptó presidir la cartera agrícola porque “le permitía subir un peldaño en su escalera política: medios de comunicación nacionales, opinión pública nacional, vínculo directo con productores agropecuarios probables electores futuros. Aceptar la oferta de Aníbal Fernández era ganancia + ganancia”.

Sin embargo, hoy esa fórmula no le estaría dando lo que se propuso conseguir. El texto detalla: “Domínguez es un político profesional con ambiciones de gobernador bonaerense, por lo menos. En su base electoral en Chacabuco se le conocen objetivos precisos desde los tiempos cuando era el discípulo preferido de Carlos Ruckauf. Entonces, Domínguez no ingresó al gabinete nacional ni por un objetivo económico ni social sino para consolidar su trayectoria. Por lo tanto, por estas horas Domínguez se pregunta qué le aporta permanecer en el gabinete nacional, arriesgando precisamente su ambición”.

El problema de Domínguez es que no consigue que Cristina o quien gestione hoy día el Estado Nacional le otorgue alguna moneda de cambio con los productores, y estos ya no le creen por el abuso pasado de blablablá, precisó Mainhard. De hecho, hoy Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales (CRA) apuntó en este sentido: “Al ministro Domínguez no le creo un pito. Hace desde junio que intentábamos mantener una reunión. En noviembre hablamos por teléfono, y recién nos atendió en diciembre, sin dar soluciones a los problemas del productor de trigo”.

Así, según el artículo citado, finalizaría la historia: “Domínguez es un funcionario preocupado con su horizonte como político profesional. El saldo personal, que antes le era superavitario, comienza a ubicarse en rojo. Por decisión propia, él es casi casi un ex ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca”.