“Durante diciembre, enero y febrero, ‘La Niña’ atravesará su período de mayor actividad, perturbando la marcha del clima sobre gran parte del área agrícola nacional”. El último panorama climático publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires no es alentador. Y se está cumpliendo. La falta de lluvias que ya cambió la expectativa de la cosecha de soja también recortó en los últimos días las previsiones de producción de maíz, por eso, las provincias agrícolas argentinas prendieron luces amarillas, y en algunos casos rojas, de cara a un año en el que, si empieza a llover, las cosas pueden no salir tan mal.
Hoy, “la niña”, como se conoce al fenómeno climático que genera sequía en la Argentina, es el tema de conversación de todas las carteras agorpecuarias provinciales. Pero nadie deshoja margaritas, sino que los funcionarios apuran relevamientos y medidas.
En el caso de Salta, el Ministerio de Agricultura Nacional declaró ayer la emergencia agropecuaria en algunos departamentos de la provincia, en este caso no para productores de granos, sino de tabaco criollo. Según la norma, los beneficios impositivos que se disponen en estos casos para los agricultores se extenderán entre el período mayo 2010 a abril de 2011.
Mientras, en Santa Fe, el Ministerio de la Producción citó a la comisión provincial de Emergencia Agropecuaria para mañana, cuando se presentarán los resultados de monitoreos de lluvias realizados en cuatro departamentos provinciales. En el encuentro, los técnicos evaluarán la necesidad de presentar el pedido de declaración de emergencia o desastre agropecuario.
En Buenos Aires, “la situación es crítica”, dijo a El Cronista el director provincial de Agricultura, dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios, Carlos Cadavid. Pese a que en la provincia aún no evalúan declarar la emergencia agropecuaria, el funcionario informó que “se está siguiendo el tema de cerca”. La cosecha de trigo en la provincia –donde se produce el 60% del total nacional– “termina muy bien” dijo Cadavid, pero reconoció que el maíz “ya sufrió pérdidas” que podrían ser mayores si no llueve en la próxima semana. Mientras los pronósticos meteorológicos para los próximos siete días no son alentadores, también corre peligro, según Cadavid, la soja de segunda, que es la que se siembra próximamente.
Fuentes del Ministerio de Agricultura de Córdoba, la mayor productora nacional de maíz, dijeron a este diario que “todavía no están dadas las condiciones para llamar a la comisión de emergencia” porque los perfiles hídricos de los suelos eran, en general, buenos, aunque en las últimas semanas se resintieron las reservas por la escasez de lluvias. “Si la falta de lluvias continúa, se puede agravar el problema”, indicaron. Y no son los únicos preocupados. Según informó Reuters, en Chicago, las noticias argentinas impulsaron el precio del maíz a su máximo en dos años y medio.