La sequía dejó definitivamente de preocupar solo a los productores y a los operadores de los mercados de materias primas, que llevaron a las cotizaciones internacionales a marcar un nuevo máximo en 28 meses y posicionarse en torno a u$s 510 la tonelada.
El temor a que el efecto La Niña diezme la producción sojera se trasladó ahora a los encargados de medir el impacto que tendría una baja en la disponibilidad de la oleaginosa en las cuentas fiscales 2011. La consultora Economía y Regiones (E&R), que dirige Rogelio Frigerio, se hizo eco ayer de las previsiones de que la sequía permanecerá por un tiempo más con grave riesgo para la cosecha gruesa, que se está sembrando.
Tras analizar los escenarios posibles para la reducción de la producción total sojera, que oscilan entre 10% y 20% de recorte, llegó a la conclusión que el alza de precios internacionales ayudará a compensar en parte la pérdida productiva, si la caída en los rindes de la campaña se es moderada.
Las estimaciones previas a la sequía hablaban de una producción sojera de 52 millones de toneladas, que el Departamento de Agricultura estadounidense todavía no cambió. Pero, distintas consultoras y la revista especializada Oil World prevé que La Niña hará que la cosecha sojera argentina se ubique entre 43 y 48 millones de toneladas.
Con la previsión de máxima (52 millones toneladas) se esperaban exportaciones por u$s 24,03 millones. Esa cifra se reduce a u$s 21,82 millones si la cosecha termina siendo de 43 millones de toneladas por un alto impacto de la seca.
Para ese escenario, el peor hasta el momento, el país puede perder exportaciones por u$s 2.200 millones, lo que disminuiría ingresos al Fisco por retenciones en u$s 773 millones, según estimó E&R.
La consultora graficó que “la pérdida esperada en el peor escenario equivale al 30% del financiamiento del Programa de Asignación Universal por Hijo presupuestado para 2011”.
Mientras tanto, los mercados de materias primas continuaron descontando los efectos de La Niña sobre la campaña sojera local.
Los futuros en Chicago a marzo y mayo cerraron a u$s 509,6 y u$s 512 la tonelada, tras recortar casi un dólar los máximos que habían tocado a media rueda. En el mercado nocturno, los contratos registraban una leve baja tras ocho jornadas de alzas consecutivas.
Según el último informe semanal de posición en el mercado de Chicago, los fondos especulativos alcanzaron pasado el martes 21 la posesión de 216.300 contratos, un nuevo récord, mientras que en cuanto a los contratos abiertos, los fondos suman casi 300.000 contratos, el 45% del total de contratos abiertos para soja en Chicago.
La nueva mejora externa contagió a Rosario, donde se marcó un nuevo máximo: la soja disponible terminó a $ 1.430 la tonelada, aunque se escucharon ofertas de hasta $ 1.470.