Los precios de los granos suben y suben : el maíz ya vale tanto como en julio de 2008 (unos 245 dólares) y la soja cotiza a más de 500 dólares, un valor que no se veían desde setiembre de aquel año récord . Y sin embargo, resulta imposible encontrar hoy a un chacarero que esté contento . Sucede que la suba en el mercado de Chicago es proporcional a los temores de que la falta de lluvias malogre aquí la cosecha. Un dilema que se repite: de qué sirve que suban los precios si habrá menos para vender.
“La Niña”, el fenómenos climático que para esta zona del mundo implica una temporada seca y calurosa, está entre nosotros, según coinciden todos los expertos. Y se le ocurrió llegar justo cuando están en pleno desarrollo los cultivos de soja y maíz, principales aportes a la cosecha argentina. Hasta ahora, se esperaban 52 millones de toneladas de la oleaginosa y no menos de 25 millones del forrajero. Pero, sin agua, pocos creen que se puedan cumplir esos pronósticos.
Por caso, la revista alemana especializada Oil World hizo ruido al asegurar que la cosecha argentina de soja caería a entre 43 y 48 millones de toneladas. Es decir, descontó que se perderían de 4 a 9 millones de toneladas por efecto de esta nueva sequía. En 2008 fue peor y se malograron 15 millones.
Como sea, la situación está obligando también a los analistas económicos a revisar sus cálculos sobre el ingreso de divisas para 2011 y la recaudación impositiva. La consultora Economía y Regiones hizo ayer una primera corrección: en base a los datos de Oil World, señaló que las exportaciones del complejo oleaginoso podrían caer en 2011 unos 2.200 millones de dólares, desde los 24.000 millones proyectados inicialmente. Y que esto implicaría una merma de la recaudación por retenciones de casi 3.000 millones de pesos .
En realidad todo dependerá de cuándo y cuánto llueva. “En los próximos días se esperan lluvias y tormentas en la Patagonia, sur de la Región Pampeana y oeste del país, mientras que en el resto se espera cielo despejado”, señaló ayer la firma Climagro para desconsuelo de los productores ubicados en el “resto”, justamente la región agrícola, donde por estos días se secan las plantaciones de soja y maíz bajo el agobiante calor.
Economía y Regiones, en su análisis, establece tres tipos de escenarios posibles, según la sequía tenga un impacto bajo, medio o alto. En el primer caso (que la cosecha de soja caiga de 52 a 48 millones de toneladas), curiosamente el resultado sería equilibrado, porque la suba de los valores en el mercado internacional compensaría la caída de los volúmenes producidos.
Pero muy diferente sería la situación en los otros dos casos. Los cálculos de pérdidas en la recaudación irían desde $ 1.200 millones a casi $ 3.000 millones. “La pérdida en el peor escenario equivale al 30% de la Asignación Universal por Hijo”, se comparó.