Los cultivos absorben la mayoría del nitrógeno bajo la forma de Nitrato (NO3) y en menor media como Amonio (NH4). Cuando se aplican fertilizantes con una baja concentración de nitratos, o incluso sin nitratos, es necesaria una transformación para que las plantas lo absorban. La primera etapa de esta transformación se denomina amonificación, y es catalizada por enzimas llamadas ureasas. El segundo paso es la nitrificación, llevado a cabo por las bacterias Nitrosomonas y Nitrobacter, que transforman el Amonio a Nitrito (NO2) y luego lo oxidan a Nitrato.

Cabe considerar muy especialmente, que estas bacterias necesitan de condiciones específicas para efectuar su “trabajo” entre las cuales se pueden destacar: temperaturas entre 25 y 30 grados, pH entre 6 y 7 y una condición de humedad de suelo cercana a capacidad de campo. Esto hace que muchas veces el nitrógeno que se aplica no esté disponible para la planta en el momento justo. Por ejemplo, en una aplicación al macollaje en invierno, desde que se fertiliza hasta que el nitrógeno se transforma a nitrato, puede transcurrir de 4 a 6 semanas. Por lo tanto, el impacto que posee el nitrógeno en rendimiento por la fijación de macollos fértiles, granos y espiguillas se puede ver atenuado ya que habrá un desfasaje entre su requerimiento y su disponibilidad. Todo esto, se ve empeorado bajo condiciones de bajas temperaturas, baja disponibilidad hídrica y  pH por debajo de 6 o encima de 7. Esto redunda en un menor impacto en rendimiento del nitrógeno aplicado

Hoy, con el trigo en macollaje,el cultivo no puede esperar y precisa una fuente de nitrógeno de rápida disponibilidad, sobre todo en trigos de ciclo corto.

El nitrato como herramienta:

Para maximizar el impacto del fertilizante aplicado en el rendimiento, la alternativa es utilizar algún fertilizante que contenga nitrógeno bajo la forma de nitrato en su composición, el cual no necesita transformación en el suelo para que el cultivo lo absorba. Esto permitiría independizarse más de las condiciones ambientales para la correcta nutrición nitrogenada del trigo o la cebada. Una vez aplicado este tipo de fertilizantes y disuelto físicamente con los rocíos, el cultivo ya estará absorbiendo el nitrógeno bajo la forma de nitrato que contiene.  

Yara posee un fertilizante con alto contenido de Nitrato: YaraBela Nitrodoble. Gracias a su composición química, el nitrato que contiene es absorbido rápidamente, aún bajo condiciones de baja temperatura o baja disponibilidad hídrica, como suele suceder durante la época de macollaje del trigo y/o cebada. Esto lo convierte en el fertilizante más indicado para utilizar en la refertilización nitrogenada. Además, la rápida disponibilidad del nitrógeno que contiene permite ampliar la ventana de aplicación hasta estadios más avanzados del macollaje, dando mayor tiempo a la toma de decisión. Por otro lado, el alto peso específico de YaraBela Nitrodoble permite lograr mayor ancho de trabajo en aplicaciones en cobertura y menor riesgo de “franjeado” del cultivo bajo condiciones de viento.