Por Ricardo Bindi - Agromercado Julio 2010
Está comprobada la eficacia del campo y la agroindustria, y sus altos niveles de competitividad internacional. Liderazgos motivados y libres, han trasladado modelos productivos que transforman las geografías productivas locales y de países vecinos. Lo que viene por delante, requiere pensar distinto y mejor. Un país socialmente justo, pero no a costa de un solo bolsillo. En este escenario aparece un verbo que rompe paradigmas; “consensos”.
Vamos a trabajar juntos el tema de los “consensos”, partiendo de su definición; ya que consensuar es llegar a un acuerdo entre varias partes en lo referente a una materia. ¿Pero por qué es importante reflexionar sobre este concepto?; ante todo para poner al país de una vez por todas en el lugar que realmente se merece. Contamos con ventajas comparativas y competitivas únicas en materia agroindustrial. Podríamos dar muchos ejemplos de países que con estas ventajas, serían “potencias mundiales”. La hipótesis de esta nota, se basa en la necesidad “urgente” de madurar y consensuar.
Para hacer una simple introducción a esta temática, vamos a trabajar 3 casos de consensos, actuales y posibles.
Consenso en las cadenas
Caso 1, “el poder de las buenas ideas consensuadas”. A partir del desarrollo del Congreso de Maíz 2010, se convocó a los equipos de trabajo de Asagir, Argentrigo, y ACSoja, a desarrollar junto a Maizar el FODA de las cadenas agrícolas. Las respuestas fueron inmediatas, el pensamiento abierto y participativo de las entidades que nuclean a los principales cultivos, se puso a trabajar de inmediato. El análisis conocido como FODA, permite evaluar en profundidad la situación de una empresa, institución, cadena y hasta un país entero. Se basa en encontrar los principales puntos fuertes y débiles de una determinada organización, y cruzarla con las oportunidades y amenazas que el ambiente externo le plantean.
Abundantes conclusiones; y un destilado de lo mejor. De este consenso entre muchas partes, de muchos eslabones podemos citar alguno como: investigación y genética de nivel internacional, biotecnología aplicada, nuevas moléculas, procesos ordenados, manejo agronómico, campo y agro-empresas encadenados y desarrollando tecnologías sinérgicamente. Cinco cadenas que se potencian con su institucionalidad formal, y los vínculos de “confianza” entre cada eslabón, consensuando y acordando un futuro mejor.
Las cinco cadenas generaron en el 09/10, alrededor de 94 mill. de tons de “energía” y “alimentos”; su competitividad genera valor para el mercado local y el global. Pero allí no termina, debemos adicionar el importante valor en términos de ocupación territorial genuina, desarrollo económico financiero del interior, generación de empleo, efecto derrame, distribución del ingreso, y un alto impacto en las comunidades del interior; todo lo cual representa generación de “capital social”
Consenso en las agro-políticas
Caso 2, “la base está, falta el vértice”. Siguiendo esta línea de consensuar las ideas que dan estructura conceptual a las políticas agropecuarias, fuimos a entrevistar en su despacho al Secretario de agricultura de la Nación, Ing. Agr. Lorenzo Basso. Dos horas de conversación; con 35 min. de nota grabada, y el resto del tiempo reflexiones abiertas, con este ex Decano de Agronomía de la UBA. Un equipo conformado por dos sub-secretarios reconocidos en el medio, Oscar Solís en agricultura y Alejandro Lotti en ganadería. El primero con toda la experiencia empresarial y enfoque en tecnología de semillas; el segundo con toda una trayectoria técnica en los CREA.
Uno encuentra en quienes piensan, analizan e implementan las agro-políticas, datos y antecedentes no menores: “sus orígenes en el sector”, “mucho conocimiento técnico”, “relacionamiento real con productores, técnicos y representantes del sector”, y “honestidad intelectual”. Por supuesto, y esto surge en cada conversación que uno mantiene con ellos, que las decisiones pasan por el esfuerzo que pueda hacer el Ministro frente a una gestión que “por principios e ideologías”, no acepta ni ve con buenos ojos a la agroindustria. Por acá pasa el tema básico; en como cambiar esto, en como demostrar que no es la lectura que debe hacerse. Cuando uno está en este tipo de reuniones, dialogando, con confianza entre las partes, se da cuenta que algo más se debe poder hacer. Usted se preguntará que es un pecado de inocencia…, puede ser, tal vez más de fe y confianza, perderla nos hace más cínicos y duros frente al futuro. El mensaje de este caso es: “la base está, falta el vértice”. Vayamos por él, y si no es este, será el que le siga, pero hay que estar preparados; con el próximo vértice hay que construir un país agroindustrial sostenible.
Consenso en las visiones
Caso 3; “el furor de los que piensan, lo que los demás no pensamos”. Desde una perspectiva positiva podemos decir que estamos más cerca de imaginar un “centro” en las visiones y pensamientos. Un centro ideológico que nos permita visualizar nuestro destino y nuestra identidad como país. Un tema fascinante y que se basa en buscar en los fundamentos ideológicos e intelectuales, de los que deciden. Los Kirchner parecen ser de izquierda en lo ideológico, pero pragmáticos en el día a día. Sus ministros y espadas, vienen de diversos orígenes del pensamiento político. Tal vez este ir y venir que no termina de interpretarse bien, sea como analizan muchos politólogos; “cero ideología, mucho de oportunismo”. Lo real es que buscar en las fuentes, es importante.
A fines del 2009 estuve en la casa de Ricardo Forster, un filósofo, investigador y profesor de la UBA, con gran capacidad para reflexionar y comunicar, que además es uno de los líderes de Carta Abierta, el “think-tank” intelectual de los K. Cerca de una hora de entrevista filmada ( ver en http://www.agrositio.com/canal_agrositio/ ) más otro rato de conversación informal, en diálogo buscando “puntos de encuentro”. Un hombre del progresismo, de lo nacional – popular; que fue capaz de analizar y entender el error del gobierno en el manejo, de algo más que “el pre-juicio sobre una oligarquía terrateniente y explotadora del hombre que no era así”. Lo más importante de Forster, es que en Junio de 2010, lo invitamos nuevamente a pensar juntos, desde distintas visiones y jugando de “visitante”; y vino contento, se notaba su preocupación sobre este “fenómeno social y productivo”, que por no entenderse a tiempo, le costo mucho al país, a los K, y a los intelectuales que no lo habían entendido desde su nueva conformación productiva, social y capaz de derramar riqueza sobre toda la Nación. Forster sostiene con fuerza, que hace falta un Estado importante, que la corrupción es un fenómeno que ocurre por la destrucción del mismo; pero que no se puede “distribuir genuinamente” sino se genera “riqueza”.
Luego nos reunimos para hacer una entrevista con Santiago Kovadloff, el filósofo y pensador, que compartió su razonamiento amplio en grandes eventos del agro con la asistencia de muchos productores. Expuso en Congresos nacionales y regionales de CREA y CRA, entre muchos otros. Su razonamiento se empalma con el de Forster, en cuanto a que a partir del conflicto del ´08, ciudadanía y muchos otros intelectuales, entendieron que: “La comprensión segmentada del campo ya no era representativa de su realidad, el campo es simultáneamente un lugar de producción, una concepción de la vida social, una visión del aparato productivo y una dimensión de la República; y que era indispensable poner de manifiesto las reinvindicaciones del sector, en el marco de la concepción de una Nación, de la producción y del desarrollo del país”. Una muy buena definición para arrancar pensando en grande. Con humildad intelectual dijo sobre Forster; “un querido amigo y alumno, que hoy podría ser su maestro”. No hubo fricciones, ni estrategias separatistas; ambos pensadores de “faros largos” podrían construir juntos, mientras en el medio no los transformen en enemigos, los clásicos de “faros cortos”, del divide y reinarás.
Recordemos “consenso” partiendo de su definición; consensuar es llegar a un acuerdo entre varias partes en lo referente a una materia.