La cosecha de trigo avanza en medio de una situación insólita: los productores no saben cuánto vale su cereal y tampoco se cumple la promesa del Gobierno de que finalmente este año (luego de cuatro campañas de ceder millones de dólares a otras manos) los chacareros cobrarán el "precio lleno", o mejor dicho "justo".

Según la Bolsa de Cereales, ya se cosechó 25% del área sembrada, la peor en más de un siglo. Sin embargo, en las pizarras de las Bolsas de Cereales las cotizaciones del trigo brillan por su ausencia. Los esporádicos valores que aparecen, para colmo, siguen estando muy lejos del precio "teórico" que define Agricultura, y que el vienes debería haber sido de 629 pesos.

En setiembre, el Gobierno firmó un acuerdo con los compradores del cereal, el Centro de Exportadores (CEC) y la industria molinera, para habilitar cupos exportables, que permitieran levantar los valores sin desabastecer el mercado interno. Pero no funciona. Y por eso las grandes cerealeras salieron ayer a dar explicaciones. Según esta versión, el sector ya compró 90% de las 3,3 millones de toneladas que podrá vender al exterior, y aclaró que, con la cosecha, "se observa un volumen de oferta de este cereal que supera las posibilidades de compra de los exportadores en función del saldo exportable".