Cristina Kirchner los hizo famosos ante la opinión pública cuando los trató prácticamente de especuladores en plena pelea por las retenciones móviles. A la fuerza, quedaron como una cita ineludible en el cruce de acusaciones entre el Gobierno y el campo. Pero, lejos de esa imagen casi de todopoderosos que les pintó el oficialismo, a los pools y grandes empresas de siembra también les llegó el cimbronazo. Sequía mediante y con rindes en picada que no llegaron a compensar los mayores costos, muchos de esos actores están cerrando el negocio del ciclo 2008/2009 en rojo. Es la situación en la que han quedado cuando se mira el negocio en campos alquilados. Hay, a grandes rasgos, pérdidas que se contabilizan al 50% del capital invertido.

Los números son fulminantes. Según fuentes privadas, las 65 empresas más grandes de la Argentina, que totalizan 2,5 millones de hectáreas -poco menos del 10 por ciento del área total-, perdieron esta campaña alrededor de 600 millones de dólares. Eso da un promedio general de algo más de 230 dólares por hectárea. Y en esa cifra global caen tanto las compañías que tienen un fondeo propio para sembrar como los pools que captan dinero extra sector, desde médicos, abogados y contadores hasta grandes empresarios. Hoy las grandes empresas del agro siembran desde 40.000 a 200.000 hectáreas. Sin variaciones significativas en los últimos años, en la lista de las firmas más importantes del agro aparecen Cresud, Adecoagro, Los Grobo, El Tejar, Cazenave & Asociados, MSU, Olmedo Agropecuaria, Liag. Sólo ese conjunto de firmas tendría hoy en producción más de 800.00 hectáreas en el país, según fuentes del sector. La mayoría de los integrantes de ese grupo tienen una alta exposición en campos alquilados, mientras que los menos vienen trabajando con una mayor participación de tierras propias.

Desde que están en el ojo del Gobierno, los pools no sólo no quieren que se los nombre de esa manera, sino que también rehúsan dar cifras sobre la superficie individual bajo siembra. En el medio se oyen versiones sobre reducciones en su área sembrada para cerrar quebrantos y hasta de campos puestos en venta. De hecho, uno de los rumores que más circulan en el mercado indica que Los Grobo estaría reduciendo su área en 50.000 hectáreas, pero la empresa no lo confirma. Otro tanto se oye sobre que las firmas Cresud, El Tejar y Adecoagro estarían interesadas en vender algunos campos en la Argentina, pero, de nuevo, hay empresas que sostienen que no tienen campos a la venta. Sobre esto, en Cresud recuerdan que parte de su negocio es el inmobiliario, comprando tierras para valorizarlas con tecnología y luego venderlas.
Algunas cosas

En el sector hay empresas que dejan trascender algunas cosas, como las pérdidas por hectárea y cómo se van a posicionar para 2009/2010, por ejemplo. Así, se estima que en general muchos pools van a bajar entre el 10 y el 20% su área, mientras que para alquilar campos están presionando por cerrar contratos a porcentaje o cualquier otra modalidad que implique compartir el riesgo con el dueño del campo. A lo sumo, las empresas grandes expresan que mantendrán el área, pero que no la incrementarán.

"Estimamos las pérdidas en 250 dólares por hectárea. En nuestro caso, está atenuada en un 50%, es decir 130 dólares por hectárea, por el seguro multirriesgo climático. El maíz es el cultivo con mayores quebrantos por los altos costos y luego le sigue la soja por los bajos rindes", señaló Luis González Victorica, presidente de Cazenave & Asociados. Respecto del plan para la próxima campaña, según Victoria dependerá de cómo se acomoden los arrendamientos a la situación de desfinanciamiento y quebrantos. "Nuestra idea sería un programa similar en caso de compartir parte del riesgo con los propietarios. Consideramos agotado el sistema de arrendamiento fijo", precisó. Desde El Tejar, una fuente trazó el siguiente panorama de la compañía. "Estamos viendo una pérdida cercana a 120 dólares por hectárea. No es definitiva, pero por ahí va a andar. Eso es para los campos alquilados en la Argentina", afirmó. Hace unas semanas, en la empresa habían calculado un rojo de 250 dólares, pero, mejores rindes finales mediante, alza de precios y baja de algunos costos habrían achicado el quebranto a US$ 120 por hectárea.

Según dicen en la empresa, la pérdida en campos arrendados en la Argentina se balancea con las ganancias en tierras propias en el país (de 50 a 70 dólares por hectárea) y "muy buenas ganancias" en Uruguay, Brasil y Bolivia. Al respecto, contra el número negativo en la Argentina, en Brasil y Uruguay tuvo un número favorable en más de US$ 100 por hectárea. Para contar con más recursos de cara a la próxima campaña agrícola, en diciembre y enero pasado la firma vendió el 8 por ciento de sus tierras propias en Brasil y Bolivia. Sobre los planes en la Argentina, en la firma dicen que la idea es "mantener el nivel de siembra". No obstante, advierten: "La campaña fina depende del clima y el grado de incertidumbre es altísimo". Por el lado de Los Grobo, en marzo pasado se conoció que, debido a la reducción del negocio agrícola y la crisis internacional, despidió a 56 personas, lo que representa poco más del 10% de su fuerza laboral en la Argentina. En una presentación ante la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Gustavo Grobocopatel, presidente de la compañía, mostró que el quebranto por la cosecha 2008/2009 de los productores en campos arrendados en la provincia de Buenos Aires rondaría entre los US$ 200 y los 300 por hectárea.

De acuerdo con una fuente, la compañía estaría bajando un 30% su superficie de trigo a nivel país. Con todo, respecto de los planes para este año, Alejandro Stengel, CEO de la empresa, comentó: "Debido a los problemas climáticos y el lento proceso de cierre de alquileres, no tenemos claridad aún sobre la superficie total a sembrar, pero estimamos reducir la siembra de propia producción y aumentar significativamente las siembras asociadas". Por su parte, en Adecoagro, Mariano Bosch, gerente general de la empresa, dijo que sostendrán el área del año pasado. Algo similar afirman en Cresud. "Esperamos mantener la misma cantidad de hectáreas", señaló una fuente.

Estrategias

En este contexto, ¿qué estrategias están siguiendo los pools para financiarse de cara a la próxima campaña? Gustavo Duarte, consultor, enumeró cinco puntos:

1) En primer lugar con el dueño de la tierra. No desembolsando pagos ahora, en el mejor de los casos pequeños adelantos a cuenta para vivir. "El esquema puede tener dos alternativas: tener que pagar en cosecha un alquiler pactado ahora o entregar producto si el dueño de la tierra fue a riesgo", indicó.

2) Armando redes entre los actores de la cadena. Esto es, crédito comercial o el comercio que pone los insumos a riesgo, contratistas que no cobran el total del servicio y dejan la diferencia a cobrar en cosecha o capitalizándola.

3) Con apalancamiento bancario o figuras crediticias como fideicomisos o SGR (sociedad de garantía recíproca).

4) "Con nuevos inversores que no estaban en este sector de la economía y ahora ven una oportunidad a través de las empresas que tienen know how ", indicó Duarte.

5) Usando las reservas acumuladas de los dividendos capturados por los accionistas en los buenos años.

Leandro Musri, de Emprendimientos y Servicios Agrícolas SA, agregó otra visión sobre la estrategia de fondeo. "La principal novedad acerca del fondeo de los pools de siembra este año es que se financiarán con los dueños de los campos. Negociaron el pago de los arrendamientos a cosecha y a porcentaje. Esto representará un 30%, aproximadamente, del dinero necesario para la siembra", afirmó Musri. "Otro ítem por tener en cuenta es que efectuarán una menor inversión en insumos (herbicidas, fertilizantes, etcétera.). En casos en los que no se siembre maíz, allí tendrán otra gran baja en la inversión", agregó. Por su parte, González Victorica contó la estrategia de su empresa: "Nos vamos a financiar con recursos remanentes y nuevos aportes de capital, si logramos buenos negocios".

Por Fernando Bertello
LA NACION