En economía, al contrario que en las ciencias duras, las fórmulas son relativas. Pero en los últimos días, los analistas locales se pusieron a buscar alguna ecuación que vincule votos con economía.
Desde el regreso de la democracia en 1983, se realizaron en la Argentina doce elecciones nacionales. Los analistas de M&S Consultores descubrieron una suerte de "regla de oro" que se repitió en la mayor parte de ocasiones: "La economía en alza es una condición necesaria para ganar una lección, y la economía en baja es una condición suficiente para perderla".
En seis de los comicios relevados el oficialismo ganó gracias a la economía. En cuatro, el oficialismo perdió por culpa de la recesión: 1987, 1989, 1999 y 2001. Hubo dos excepciones: en 1995 Menem ganó a pesar del efecto Tequila (ese año la economía cayó 4%, pero los efectos más graves se vieron después de las elecciones) y en 1997, cuando el menemismo perdió a pesar de la buena marcha de la actividad.
"Cualquiera sea el resultado, el discurso de si perdemos nos vamos, si ganamos ponemos las condiciones" anticipa un 29 de junio ruidoso, dice Victoria Giarrizzo, economista del CERX.
A pedido de Clarín, cuatro economistas de renombre imaginaron "el días después" de los comicios del 28 de junio. Coincidieron en anticipar un panorama movido, con eje en el equilibrio cambiario.