El diputado mendocino K Héctor Álvaro disparó el miércoles último en la misma dirección que Pérsico. “Si al Gobierno le va mal en las elecciones, Cristina debería renunciar y convocar a elecciones”, afirmó el legislador kirchnerista.
Para los conocidos es el Pampa, un cuadro de la histórica Federación Universitaria por la Revolución Nacional de La Plata. Agrupación en la que también militaban Carlos Kunkel, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Su militancia en la Tendencia lo llevó a las cárceles de la dictadura, en las que estuvo cerca de ocho años.
Es diputado desde 2007. Regresó a la política por pedido de Néstor, su amigo. El mendocino Julio Cobos le otorgó un lugar destacado en las listas de la Concertación. En la última sesión, para definirlo, el radical Daniel Katz habló de la honestidad que caracteriza su discurso. Es una anécdota la que lo pinta de cuerpo entero. A poco de jurar en su banca, el kirchnerista Dante Dovena le dijo que Néstor le mandaba decir que abandonara la bancada de la Concertación y se sumara a la del Frente para la Victoria. Muy serio, Álvaro le contestó: “Yo con carteros no hablo”.
Crítica de la Argentina le preguntó ayer si se arrepiente de haber realizado una afirmación de semejante dramatismo.
–Su comentario y el de Pérsico recibieron críticas de muchos funcionarios. ¿Sigue pensando lo mismo? ¿Reivindica lo que dijo?
–Yo hice un comentario. Una lectura mía. No pido que coincida nadie.
–¿Lo había hablado previamente con los Kirchner?
–No. Lo que yo dije corre por mi cuenta. Yo tengo mis opiniones. Estábamos afuera del recinto y un periodista me hizo una pregunta y le respondí.
–¿Lo llamaron para retarlo?
–No, para nada. Sólo me llamaron los periodistas. Pienso que por decir lo que pienso no violo un código no escrito. Con lo que dije no quiero insinuar que le voy a pedir a la Presidenta que renuncie. Además, es un pensamiento basado en una hipótesis de mínima. Para mí, el oficialismo va a ganar las elecciones. Pero como adultos que somos, ante una situación con cierta dosis de imprevisibilidad como las elecciones, uno puede ponerse a pensar qué va a pasar si las cosas no salen como uno quiere.