Sonriente y relajado, en su primer contacto con los periodistas, Sergio Massa aseguró ayer que uno de los principales desafíos que lo esperan como nuevo jefe de Gabinete es el de reforzar el diálogo con gobernadores, intendentes y legisladores, y que ese fue uno de los pedidos que le transmitió Cristina Kirchner durante el encuentro que ambos mantuvieron en Olivos.

"Siento mucha responsabilidad sobre mis espaldas, pero también muchas ganas. La presidenta me pidió que trabaje con la misma responsabilidad con la que me manejé hasta ahora. Me pidió que sea abierto al diálogo con gobernadores, intendentes y legisladores", afirmó el ex titular de la Ansés ante los periodistas que lo esperaban en la puerta de la Municipalidad de Tigre, cuya Intendencia dejó ayer para asumir hoy su nuevo cargo político.

Massa dio claras muestras de su condición de kirchnerista puro. "Mi mayor desafío es trabajar fuerte al lado de la presidenta. Prometo poner todo mi esfuerzo personal para tratar de estar a la altura de las circunstancias", dijo, y añadió: "Voy a trabajar muy fuerte y responsablemente para que la presidenta sienta que tiene en mí a un gran colaborador".

Massa evitó compararse con Alberto Fernández y hablar de la "impronta" que tendrá su gestión. "Me parece que no se trata de imponer cambios de perfil, cada uno tiene su personalidad y sus condiciones. Yo soy joven y tal vez eso haga que me maneje de otra manera", sostuvo.

Empatía. Massa —quien asumirá hoy en la Jefatura de Gabinete con un acto en la Casa Rosada— destacó su buena relación con su antecesor: "Fui parte del gobierno", recordó sobre su paso por la Ansés, y agregó que "con Alberto tenía una excelente relación".

"Me parece que Alberto es un dirigente político con mucha experiencia, capacidad de trabajo, y enorme tacto político, y las cosas que me pueda enseñar me van a servir mucho", señaló Massa tras señalar que hablará con su antecesor en las próximas horas.

Massa relató las circunstancias en que recibió el ofrecimiento y cómo lo aceptó: "Me llamó la presidenta de la Nación esta mañana muy temprano (por ayer) y me planteó su voluntad de que la acompañara".

"Con la responsabilidad institucional que esto significa, acepté", señaló antes de aclarar que con su designación "no se trata de imponer un cambio" sino que "cada uno tiene su propia personalidad".

Massa dijo estar "agradecido" con la presidenta por haber pensado en él para tan alta función y negó que le hayan ofrecido antes el cargo, cuando, semanas atrás, arreciaban las versiones sobre la salida anticipada de Alberto Fernández, desgastado por la crisis con el agro.

Oxígeno. Antes de retirarse, Massa evitó hacerse cargo del peso de que su entrada en el gobierno implique una "oxigenación" para la gestión la presidenta. "No sé si oxígeno. Lo que tengo claro es que la clave es lograr transformar esa sensación de oxígeno más allá de los primeros días y con mi trabajo", dijo, y agregó: "La política tiene la particularidad de que los títulos con la sociedad se revalidan todos los días".

Hacia el final, volvió a halagar a la jefa del Estado: "Soy un chico de 36 años que tiene la posibilidad de colaborar con responsabilidad con una presidenta que tiene la vocación de transformar".