Pocos creíamos en el milagro que al fin ocurrió, pero había varios luchadores que mantuvieron el optimismo hasta último momento. Esta definición histórica es merito de una gran cantidad de decisiones acertadas de la dirigencia rural y del esfuerzo de estas y de la gente que estuvo en las rutas, plazas y calles manifestándose durante el conflicto. Las entidades fueron dando pasos acertados, con errores lógicos de la presión y la falta de experiencia, pero enfocadas en un reclamo justo y evitando la violencia como forma de conseguir el éxito. Fue un acierto la convocatoria a la Plaza de los Españoles, no ir a la plaza del congreso, pero si estar en vigilia en Palermo hasta la votación. La gente acompaño desde todo el país con cacerolazos, manifestaciones y bocinazos. En la capital no dejaron que la gente llegara a la plaza de mayo. Esta vez fue la policía la que lo impidió.

Fue una gran enseñanza el ver que una cosa es no generar violencia desapareciendo totalmente el día de la votación, como ocurrió en Diputados, y otra manifestarse pacíficamente pero demostrar que el reclamo estaba mas firme que nunca. En este punto hay que reconocer a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien fue contundente y pidió movilizaciones y presencia para el debate en senadores. Según Carrió, la votación en diputados podría haberse ganado con mayor presión pública.

Otra cosa que quedo muy clara, fue que la gente se movilizaba a favor del campo pero por sobre todo encontra de una forma de gobernar. El autoritarismo, la falta de consensos, las divisiones y la soberbia no tienen cabida en la Argentina de hoy.
Quedo picando una frase muy elocuente de la forma de pensar del ejecutivo. La dijo el senador Pichetto, jefe del bloque de Senadores del F.P.V.: ¡que se rompa pero que no se doble! No se admitía un solo cambio al proyecto de ley. El ex presidente marco la cancha y nadie podía salirse de esta premisa. ¡No se cambia ni una coma!, fue otra de las frases que mostraban claramente la línea dura del ejecutivo.

El Vicepresidente, Julio Cobos, tuvo que bailar con la más fea. Era muy poco probable que se llegara a esta instancia. Por suerte para el país, fue consistente con las declaraciones que venia dando y con las actitudes dialoguistas que mostró en este ultimo tiempo. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace le gano a la disciplina partidaria.

Ahora habrá que esperar como se reacomodan las piezas del poder y que pasa con la resolución 125. Lo que si esta claro, es que lo que venga deberá solucionar en profundidad los problemas generales del campo. En el caso del sector ganadero, sabemos que la situación actual es caótica. El desanimo ante tanta incertidumbre sigue generando liquidación de hembras, salida de productores de la actividad y desinversión.