El kirchnerismo del Senado firmó ayer el dictamen que avala el proyecto oficial de retenciones móviles sin modificarle una coma al texto aprobado hace una semana por la Cámara de Diputados y que ratifica la polémica resolución 125.

Sin embargo, el despacho firmado por el oficialismo no obtuvo mayoría en cada una de las dos comisiones a las que fue girado. En la de Agricultura llegó a las nueve firmas, una más que las necesarias. Pero en Presupuesto y Hacienda sólo logró reunir siete rúbricas.

Y en este punto el reglamento de la Cámara alta estipula que para alcanzar mayoría el despacho debe contar, al menos, con las firmas de la mitad más uno de los miembros de cada una de las comisiones a las que fue girado.

Esta situación promete abrir una fuerte polémica, ya que la oposición podría ampararse en esta situación para obligar a tratar sobre tablas el proyecto. Para eso se requiere el voto de los dos tercios de los presentes, una relación de fuerzas que, para el caso de las retenciones móviles, el kirchnerismo no tiene.

Tal vez en previsión de ese escenario el bloque que preside el rionegrino Miguel Angel Pichetto emitió ayer por la tarde un comunicado en el que asegura tener mayoría en ambas comisiones, a partir de una extraña interpretación: a las siete firmas kirchneristas les suman las de los senadores Pablo Verani (Radical K-Río Negro) y de la peronista santafecina Roxana Latorre (avaló el texto elaborado por Carlos Reutemann), que, en rigor, suscribieron dictámenes propios muy diferentes del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, que apoyó el Partido Justicialista (PJ).

El jefe del bloque radical, Ernesto Sanz (Mendoza), rechazó esa lectura. "No estoy de acuerdo con la interpretación del reglamento que hace el PJ", afirmó, aunque dijo que "eso no significa que lo usemos como obstáculo para no sesionar el miércoles".

El radicalismo y el resto de la oposición decidieron ayer postergar hasta el lunes la presentación de su dictamen. Detrás de esa iniciativa se sumarán la Coalición Cívica, Fuerza Republicana de Tucumán y el Partido Renovador de Salta.

Una vez en el recinto, sumarán su apoyo los peronistas disidentes de San Luis Liliana Negre de Alonso y Adolfo Rodríguez Saá, Hilda González de Duhalde (PJ-Buenos Aires) y el socialista Rubén Giustiniani (Santa Fe), entre otros.

En todos los casos, las iniciativas opuestas a la del Gobierno apuntan a modificar el esquema de retenciones fijado en la resolución 125, cambiándolas por alícuotas fijas, segmentadas por cantidad de toneladas producidas y muy por debajo (35% en promedio) de las actualmente vigentes, que para la soja trepan al 49%.

También coinciden en eliminar las compensaciones a pequeños productores, incluidos en el proyecto en su paso por la Cámara de Diputados. El proyecto de Reutemann, por caso, las cambia por desgravaciones en el impuesto a las ganancias de hasta el 70% de los insumos en fertilizantes.

El debate celebrado ayer en el plenario de comisiones anticipó lo que será la discusión en el recinto de la Cámara alta previsto para el próximo miércoles.

El peronismo defendió a capa y espada la aplicación de altos derechos de exportación como parte de la política de distribución de la riqueza del Gobierno.

La oposición coincidió en una misma sentencia: "Este proyecto no soluciona el problema". Fue el reclamo unánime en su búsqueda frustrada de conseguir modificaciones a la media sanción de la Cámara baja, alcanzada el sábado de la semana última.

Firma reveladora

Mientras el Senado avanzó en el trámite parlamentario de las retenciones, al concluir el debate en comisiones, ayer seguían los punteos de votos.

En ese sentido, la firma del dictamen oficialista arrojó una buena noticia para la Casa Rosada, ya que en la Comisión de Agricultura puso su rúbrica la peronista pampeana Silvia Gallego. Consultada por LA NACION, la senadora se negó a anticipar cómo votará el miércoles, pero en ámbitos oficialistas leyeron su apoyo al despacho como un anticipo de cuál será su comportamiento.

El dato no es menor si se toma en cuenta que anteayer había corrido el rumor de que la legisladora, víctima de fuertes presiones de ruralistas de su provincia, había decidido rechazar la iniciativa del Poder Ejecutivo, en sintonía con el cambio de voto de su comprovinciano y compañero del PJ, el ex gobernador Rubén Marín, quien pasó a respaldar el proyecto de Reutemann.

Por Gustavo Ybarra
De la Redacción de LA NACION