
La última quincena ha transcurrido bajo el dominio de una masa de aire con alto contenido de humedad, lo cual ha promovido extendidos períodos con tránsito de nubosidad. Estas circunstancias favorecieron el despliegue de lluvias intermitentes sectorizadas, con un nivel de actividad más definido el fin de semana en el sur de la zona núcleo y finalmente con un aumento de la actividad sobre el NEA, principalmente sobre Chaco, donde se dieron buenos milimetrajes, aunque claramente tardíos. Ayer mismo, las lluvias fueron abundantes en LP y el oeste bonaerense, sector que suma complicaciones para el avance de cosecha. Favorablemente, como mencionamos, esta sobreabundancia de precipitaciones no se proyectó de manera generalizada sobre la zona central del país.
A lo largo del mes de marzo, las precipitaciones a nivel país vienen mostrando un comportamiento muy divergente, con marcada variabilidad en los totales pluviales. La zona más castigada por la sobreabundancia se configura en gran parte de LP y oeste bonaerense, pero también vastas zonas de CB ya han sumado por encima de los valores normales. Por otra parte, el centro norte de SF, gran parte de la Mesopotamia y el este bonaerense, no están perfilados como para completar los valores normales del mes.
Durante marzo, gran parte de la zona núcleo tiene un piso pluvial estadístico de unos ciento treinta milímetros, en muchos sectores, apenas estamos alcanzando el cincuenta por ciento de esta marca. Es una época del año donde las labores de cosecha se priorizan y en este sentido, que las lluvias hayan limitado su volumen es favorable, aun cuando las condiciones ambientales no sean las ideales. De todos modos, aun cuando se produzca alguna interrupción en el avance de cosecha, sería importante que la transición intermensual traiga una mejora pluvial de gran escala.
A favor de un regreso de lluvias más significativas en el mediano plazo, podemos argumentar que aún se presenta una circulación de aire que permite sostener masas de aire con buena disponibilidad de humedad. Cuando se dan rotaciones de viento al sector sur o sudoeste, las mismas no son persistentes y rápidamente los vientos del este noreste, comienzan a recircular aire que genera una mezcla que no es exigente en términos de temperatura y que siguen teniendo carga de vapor de agua. En términos prácticos, esto no se está viendo para estos últimos días de marzo, pero el lunes puede darse una despedida con lluvias más generosas recostadas sobre la franja este.
Como sea, el comportamiento pluvial de la última quincena, permitió mantener buenos niveles de humedad en las sementeras de la franja central del país pero sobre todo sin complicar con excesos hídricos el avance de la cosecha, notándose la continuidad de condiciones más ajustadas del centro para el norte de la región pampeana.
Entramos en una época donde la presión sobre la reservas de humedad cede en forma significativa. Los consumos descienden, la exigencia atmosférica lógicamente baja y por otra parte, como describimos, estamos transitando un periodo donde el ambiente húmedo prevalece, aun cuando las lluvias no sean abundantes a gran escala. Podríamos concluir, que este retroceso temporario en la oferta de agua, puede considerarse positivo.
Iremos comprobando durante las próximas semanas si se valida el regreso a un patrón de lluvia más generoso. Si bien la zona núcleo tiene la ventaja de estar recostada sobre un sector donde los flujos de humedad son eficientes hasta avanzado el otoño, la carga de los perfiles es un trabajo que suele resultar un poco más dificultoso a medida que avanzamos sobre mayo. En este sentido, es importante que el atraso pluvial no se sostenga, lo cual permitiría llegar a mediados de otoño con suelos con buena carga de humedad, sin limitantes para definir estrategias a la hora de planificar el inicio de la fina.