Los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Córdoba, Martín Llaryora, han intensificado sus reclamos al presidente Javier Milei para que reduzca o elimine las retenciones a las exportaciones agropecuarias, argumentando que estas medidas fiscales perjudican a las economías regionales y benefician a sectores menos productivos del país.

Durante un acto oficial en la autopista Rosario-Santa Fe, Pullaro afirmó: "El campo no puede seguir subsidiando al conurbano bonaerense, a ese sector improductivo de la República Argentina, que le genera un costo muy grande". Además, destacó que Santa Fe aporta entre 4.000 y 5.000 millones de dólares anuales en retenciones, recursos que, según él, podrían reinvertirse localmente para dinamizar la economía provincial.

Por su parte, Llaryora expresó en sus redes sociales: "Llegó la hora del campo. Argentina aún está a tiempo de evitar una crisis profunda que golpee a su interior productivo". El gobernador cordobés subrayó la urgencia de reducir las retenciones para que los recursos permanezcan en el sector productivo, especialmente en un contexto de caída de los precios internacionales de los granos.

Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente presión por parte de las entidades agropecuarias, que exigen medidas concretas para aliviar la carga impositiva sobre el sector. En respuesta, el presidente Milei ha reiterado su compromiso de reducir las retenciones en cuanto las condiciones económicas lo permitan.

Sin embargo, las afirmaciones de Pullaro han generado críticas desde el Partido Justicialista bonaerense, presidido por Máximo Kirchner, que calificó de "falsas y demagógicas" sus declaraciones y defendió la productividad del conurbano bonaerense, destacando su contribución significativa a la industria manufacturera nacional.

En resumen, los gobernadores de Santa Fe y Córdoba han intensificado sus demandas para que el gobierno nacional reduzca las retenciones al sector agropecuario, argumentando que estas medidas fiscales obstaculizan el desarrollo de las economías regionales y favorecen a sectores menos productivos del país.