El presidente de la Sociedad Rural del Valle, Ricardo Irianni, dialogó con FM El Chubut, donde abordó varios temas cruciales sobre el futuro de la producción ovina en la provincia. El dirigente ruralista no escatimó en resaltar los desafíos que enfrenta el sector, especialmente frente a los recientes cambios en las políticas de uso del suelo y los mercados internacionales.
Uno de los puntos más críticos que mencionó Irianni fue la creciente venta de campos a fundaciones, lo que podría poner en peligro la actividad ovina. "Hay que ponerle condiciones a la venta de tierras, porque sino estamos hablando del exterminio de la actividad ovina", advirtió. Según Irianni, estas adquisiciones no solo afectan a los productores locales, sino que también podrían cambiar radicalmente el uso del suelo en la provincia, lo que redundaría en una disminución de la producción de lana y carne ovina.
A su juicio, las políticas públicas deberían exigir ciertas condiciones en la venta de tierras a fundaciones para asegurar que estas no quiten espacio a la actividad agropecuaria, sobre todo cuando la región enfrenta un panorama difícil. "La actividad va en retroceso, y si no se toman medidas urgentes, vamos a ver cómo desaparecen muchos campos productivos", señaló Irianni ante la consulta del periodista Rodrigo Mansilla, conductor del programa Invencibles.
Para Irianni, el avance de estas iniciativas está poniendo en riesgo la viabilidad de la actividad en una región donde la ganadería y la producción de lana son clave para la economía local. Si bien la oveja puede convivir en el mismo hábitat que el guanaco, el reciente proceso de creación de parques y la compra de campos por parte de fundaciones están alterando el equilibrio natural, favoreciendo al guanaco a expensas de las ovejas.
"La oveja puede convivir con la fauna. Eso lo demostraron los productores que vinieron a Siciliani, porque ahí está la fauna. No vamos a sacar las ovejas, pero si no ponemos condiciones, el guanaco ganará la lucha por los recursos", explicó.
Según Irianni, la convivencia entre la oveja y el guanaco se ve afectada por la falta de control sobre el número de guanacos y la competencia por los recursos, como el agua y el pasto.
En la actualidad hay unos "2 millones de cabezas" de las casi 5 que tuvo históricamente. Pero el dato que reveló Irianni es alarmente: "Se está reduciendo" y alertó que en solo cinco años se verá el impacto, reduciendo la actividad a una expresión meramente "artesanal".
"Los guanacos terminan tomando agua en las aguadas donde las ovejas también deben acceder. En muchos casos, los grupos de guanacos se agrupan en las aguadas y las ovejas deben esperar días hasta que se vayan", relató Irianni, añadiendo que esto pone en peligro la actividad ganadera.
CREACIÓN DE PARQUES
Irianni fue contundente al señalar que la creación de parques y la compra de tierras por parte de fundaciones sin considerar el impacto en la actividad productiva "es un camino que lleva al exterminio de la actividad ovina". La venta de campos, especialmente aquellos con más de 130 años de historia productiva, a precios exorbitantes, ha sido otro de los puntos críticos mencionados por el dirigente. "Si algo vale 100 y te ofrecen 500, estamos ante un problema de definición. Si alguien puede pagar tantas veces más por un campo, ¿por qué no ponerle condiciones?", planteó Irianni, sugiriendo que los gobiernos deberían establecer restricciones sobre la venta de tierras a fundaciones, especialmente en áreas de alta productividad.
Asimismo, apuntó contra la falta de planificación en algunos parques existentes, como el caso del Parque Provincial de Camarones, donde la venta de tierras históricas pone en riesgo el futuro de la actividad ganadera. "En Camarones, vemos cómo los campos de más de 100 años de antigüedad, con molinos y campos productivos, son comprados por fundaciones sin tener en cuenta las consecuencias para la actividad ganadera", expresó.
La preocupación de Irianni también se extiende a las políticas públicas, señalando que las decisiones sobre el uso de la tierra y la fauna deben ser consensuadas a largo plazo y no solo impuestas desde el gobierno o las fundaciones. "Es necesario que las decisiones sean consensuadas, no podemos tomar decisiones a corto plazo que perjudiquen a quienes viven de esta actividad", subrayó.
PONER CONDICIONES
Una de las propuestas de Irianni para mitigar los efectos negativos de estos cambios es limitar la expansión de parques sin un control adecuado de la fauna. "El guanaco, en muchos casos, está contribuyendo más a la desertificación que la oveja. Lo hemos visto en la península Valdés, en áreas protegidas donde la cantidad de guanacos está afectando el ecosistema", sostuvo. En este contexto, destacó que es fundamental implementar medidas de control sobre las poblaciones de guanacos para evitar la sobreexplotación de los recursos naturales.
El ruralista dijo en FM EL CHUBUT que el equilibrio entre la protección de la fauna y el fomento de las actividades productivas es crucial para evitar la extinción de sectores clave como la producción ovina. "El problema es que no se están poniendo límites, y esto pone en riesgo la sustentabilidad de muchas actividades", agregó. "Es fundamental ponerle condiciones a la creación de parques y reservas. No se trata de prohibir, sino de establecer un control sobre las especies y las tierras", concluyó, instando a un enfoque más equilibrado y racional en la gestión del medio ambiente y la actividad productiva.
"Las decisiones de fondo deben ser consensuadas. No hay cambios duraderos si la sociedad no está de acuerdo. Tenemos que trabajar juntos para encontrar soluciones que no pongan en peligro la producción y la conservación del medio ambiente", evaluó.
CAÍDA DE LA DEMANDA DE LANA
En cuanto al mercado de la lana, Irianni destacó que la producción está enfrentando una fuerte caída en la demanda, un fenómeno que afecta directamente a los productores de la provincia. "La lana está viviendo un año difícil. Hace décadas que su participación en el mercado mundial ha disminuido considerablemente, y la crisis internacional no ayuda a revertir esta tendencia", sostuvo. De hecho, explicó que la lana, que en el pasado representaba más del 50% de las fibras naturales utilizadas, hoy apenas alcanza el 2% del mercado global.
La competencia de los materiales sintéticos, como el plástico, y los cambios en los hábitos de consumo han hecho que la demanda de lana disminuya drásticamente. "Hoy la lana sigue siendo valorada, especialmente por sus propiedades térmicas y de absorción, pero el mercado es mucho más reducido", comentó. A esto se le suma la sobreoferta de lana de países como Australia y Nueva Zelanda, que incrementan la competencia internacional.
Irianni también abordó la necesidad de definir políticas claras para el manejo de la fauna y la preservación del ecosistema. La crisis del sector lanero y los problemas con los mercados internacionales son solo algunos de los factores que han llevado a muchos productores a cerrar sus campos. "El campo tiene esperanza, pero cada vez más productores se ven obligados a abandonar la actividad", comentó el ruralista, haciendo hincapié en la venta o alquiler del espacio aéreo de los campos para la instalación de parquees eólicos.
Para Irianni, es esencial que se adopten medidas que permitan a los productores mantenerse a flote, como la diversificación de las actividades y el impulso a nuevas formas de comercialización. "Es necesario un cambio de enfoque en la forma en que se maneja la producción agropecuaria en Chubut. Sin un respaldo real a los productores, muchos seguirán cerrando sus puertas", concluyó.
Fuente: El Chubut