En los últimos días, el mercado agrícola ha estado influenciado por varios factores clave. La situación económica de China, marcada por una espiral deflacionaria y baja inflación, ha afectado la demanda de productos agrícolas, incluida la soja. A pesar de los esfuerzos del gobierno chino por reactivar la economía, las medidas adoptadas no han logrado estimular el consumo interno, lo que ha impactado negativamente en las importaciones de soja.
Aunque China sigue siendo un comprador importante de soja y en particular de Brasil, la demanda no crece al mismo ritmo que la oferta, resultando en una transferencia de existencias más que en un aumento de la demanda real. En Brasil, se espera una cosecha récord de soja para la temporada 2024/25, lo que plantea desafíos logísticos, ya que la demanda de camiones será alta y las capacidades de almacenamiento limitadas.
Los fundamentos siguen siendo negativos para la soja en Chicago, basándose esencialmente en la robusta oferta de la cosecha 2024/25, especialmente la que se está construyendo en Sudamérica.
Aunque persisten preocupaciones sobre políticas de biocombustibles y relaciones comerciales con China bajo la nueva administración, el mercado no ha reaccionado como esperaban los bajistas. La incertidumbre en el clima de Sudamérica sigue siendo un factor, pero por ahora, las condiciones favorecen a los bajistas.
Perspectivas bajistas para la soja
El mercado de soja sigue enfrentando presiones bajistas, con ventas de exportación de EE.UU., que resultaron por debajo de las expectativas. Además, los márgenes de crushing en China continúan siendo débiles, y la situación económica del país parece ser más complicada de lo anticipado, lo que genera incertidumbre sobre la demanda futura.
En Sudamérica, las estimaciones de producción para Argentina y Brasil siguen al alza, ya que el clima sigue siendo favorable para los cultivos. Sin embargo, el mercado está relativamente quieto, sin noticias relevantes que lo muevan, y existen más preguntas que respuestas sobre las políticas comerciales de EE.UU. y la industria de los biocombustibles.
Impacto de la política monetaria en commodities agrícolas
La reciente suba del índice del dólar, impulsada por la baja de tipos de interés por parte del BCE y el aumento de la inflación en EE. UU., ha ejercido presión sobre el mercado, afectando los precios de la soja. A pesar de un panorama global con altos stocks, una fuerte oferta de soja en Brasil y existencias récord en China, los precios de la soja han logrado mantenerse por encima de los mínimos de agosto. Sin embargo, la baja demanda y los factores macroeconómicos, como la posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal, generan incertidumbre. Existe el riesgo de que los precios de la soja caigan por debajo de los 973 centavos en el contrato de enero si la situación económica global se deteriora aún más.
La próxima reunión del FOMC de la Reserva Federal de EE.UU. es el martes (17) y el miércoles (18) se espera un recorte de tasas de 25 puntos básicos.
Reducción de compras de soja por China
China, uno de los principales compradores de soja a nivel mundial, podría reducir sus compras a menos de 5 millones de toneladas para finales de febrero, con una posible disminución adicional si se reduce el crushing. Las fábricas privadas de crushing en China están aprovechando el carry, comprando en Brasil para envíos en enero-febrero y en mayo-junio. Sin embargo, los márgenes negativos para los primeros meses del año aumentan el riesgo de desaceleración en las compras.
Además, las vacaciones del Año Nuevo Lunar de China podrían generar escasez de camiones y retrasos en las entregas, lo que afectaría la rentabilidad. La soja que llegue a finales de enero no se monetizará hasta finales de febrero, reduciendo los márgenes para el sector financiero. A pesar de esto, la previsión de una cosecha récord y la caída de los fletes han llevado a los comerciantes a disminuir sus inversiones en precios fijos para los envíos de febrero-marzo. Hasta ahora, China ha adquirido 26 millones de toneladas de soja, con ventas de 12 millones de toneladas de harina de soja previstas entre mayo y septiembre, lo que representa una posición comprada más grande que el año pasado.
Hacia adelante y terminando el 2024
A medida que finaliza el año 2024, el mercado de soja enfrenta incertidumbres, especialmente debido a la posibilidad de una nueva guerra comercial con China con Donald Trump en la presidencia. En este contexto, China podría reducir sus compras de productos agrícolas estadounidenses y depender más de proveedores como Brasil y Argentina. Sin embargo, China tiene existencias récord de soja, con una relación stock/uso proyectado del 36%, lo que le permitiría manejar una crisis comercial sin afectar gravemente su abastecimiento. Además, la cosecha abundante de Brasil podría aportar estabilidad al suministro global de soja.
A pesar de los fundamentos bajistas como altos stocks y baja demanda, la soja ha logrado mantenerse por encima de los mínimos de agosto de 2024.
Por Esteban Moscariello
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