La enfermedad de Aujeszky (pseudorrabia) es una enfermedad de los cerdos, no zoonótica, con importancia económica. Esta infección viral afecta el sistema nervioso central, causa índices de mortalidad elevados en los animales jóvenes, cuadros reproductivos y afecciones respiratorias, en cerdos de engorde.
En general, en granjas endémicas, la enfermedad se encuentra estabilizada y los signos pasan medianamente desapercibidos. “Sin embargo, el año pasado se produjo un brote en granjas de gran escala, de alta bioseguridad, que sorprendió a la industria”, explicó María Natalia Aznar, investigadora del Instituto de Patobiología del INTA. De acuerdo con Aznar, “la enfermedad afectó a poblaciones sin inmunidad previa, lo que resultó en graves cuadros clínicos y elevadas pérdidas económicas”.
En el mes de junio, en el Congreso Veterinario Latinoamericano de Drovet, la especialista en epidemiología presentó un caso de éxito en el control de la enfermedad, basado en la combinación de vacunación y eliminación rápida de animales infectados. “La clave del éxito no radica únicamente en el saneamiento, sino en la mejora simultánea de las prácticas de bioseguridad”, y puntualizó: “No se trata solo de inmunizar y eliminar, sino de mantener un control riguroso sobre el origen de los animales, el semen utilizado en las granjas y la bioseguridad estricta”, aseguró Aznar.
Por otra parte, agregó: “La mejora en la bioseguridad sirve, no solo para esta, sino para otras enfermedades”. También comparó la situación con experiencias en Europa, donde la enfermedad persiste en la fauna silvestre a pesar de estar controlada en cerdos domésticos. Esto demuestra la importancia de la bioseguridad para minimizar riesgos de introducción y reintroducción en las granjas.
La especialista destacó la necesidad de incluir a los pequeños productores en cualquier plan nacional de erradicación de la enfermedad. “No lograremos erradicar la enfermedad si nos enfocamos únicamente en las granjas grandes. Es esencial un esfuerzo conjunto que incluya productores de todas las escalas”, afirmó.
Un punto crucial señalado por Aznar es la importancia de la comunicación temprana con Senasa. Para ello, instó a los productores y veterinarios privados a reportar rápidamente cualquier anomalía en la sintomatología o aumentos inusuales en la mortandad. “La transparencia y la rápida acción no solo benefician a la granja afectada, sino que también son de suma importancia para el sector a nivel nacional e internacional”, indicó.
La investigadora resaltó la necesidad de una respuesta integral y coordinada frente a la Enfermedad de Aujeszky. La combinación de saneamiento, bioseguridad y cooperación entre todos los actores del sector son fundamentales para el control y eventual erradicación de esta enfermedad en las granjas argentinas.
En ese sentido, concluyó: “Hay vacunas efectivas disponibles y un plan de control para disminuir esa prevalencia y lograr erradicarla”. Y agregó: “Es fundamental el trabajo mancomunado entre quienes hacen políticas sanitarias, los investigadores y los productores grandes y chicos”.