El precio de la soja en el mercado externo de referencia ha caído recientemente a su nivel más bajo desde el año 2020. Dada la fuerte correlación de los valores locales con el precio externo, considerando que el 85% de la producción del complejo oleaginoso tiene como destino el mercado internacional, el valor de la pizarra/1 Rosario en dólares proyectado para la producción 2024/25 cayó a un valor de referencia de US$ 260 por tonelada. Este valor se ubica un 7% por detrás del valor promedio en la actual campaña 2023/24 y en el nivel más bajo desde el ciclo 2018/19.
Del lado del volumen, se prevé, a la fecha, una recuperación del orden del 6% en la producción sojera del año próximo a 53,15 millones de toneladas, la más alta de los últimos seis años. Sin embargo, la suba de las cantidades no llega a compensar la caída en los precios, de modo que el valor local de la producción arroja una leve caída en relación con el año anterior (US$ 13.786 millones para la campaña 2024/25 versus US$ 13.875 millones en la 2023/24), aunque prácticamente duplica el resultado de la 2022/23, ciclo afectado por la peor sequía de los últimos 60 años.
Respecto a los ciclos 2020/21 y 2021/22, si bien la producción resultó menor a los 53,15 Mt que se proyectan para la próxima campaña, los precios internacionales de los granos habían tocado niveles récord, de la mano de la disrupción en las cadenas globales de suministro, por un lado, y la guerra entre Rusia y Ucrania, proveedores claves del mercado global de granos y subproductos.
Si sustraemos al resultado anterior el costo de cosecha y comercialización, arribamos al valor en tranquera de la producción. Nuevamente, se observa una leve caída del valor en tranquera proyectado para la nueva campaña respecto al valor estimado para el año en curso, aunque la mejora respecto al resultado de la fatídica campaña 2022/23 alcanza el 89%. Nuevamente, la mayor oferta se encuentra con un escenario de precios muy distinto al vigente en los últimos cuatro años, lo cual ha ajustado no sólo los márgenes del productor de soja sino también los de la industria y la exportación. En otras palabras, se ha contraído el valor de la producción de toda la cadena de la soja de Argentina, responsable de aproximadamente un tercio de todos los dólares por exportación que ingresan al país anualmente.
Finalmente, si al precio “en tranquera” recibido por el productor se le sustrae el costo directo de producción (semillas, insumos y labores), se arriba al resultado bruto para el productor. Bajo el escenario planteado, para la nueva campaña 2024/25 éste se proyecta en 223,8 dólares por hectárea, un 20% por detrás del año inmediato anterior e incluso un 25% por detrás del promedio de los últimos cinco años. En efecto, incluso si se deja de lado el tendal de pérdidas que dejó la sequía, aún nos encontramos con los márgenes brutos más ajustados desde la campaña 2017/18.
Con un partido que apenas comienza, esta contracción de los resultados proyectados, si bien se sostienen en terreno positivo, son una señal de alerta. La soja apenas se está sembrando en Argentina y aún debe atravesar su período crítico durante el verano, requiriendo una normalización de las condiciones atmosféricas para asegurar que los rindes igualen, al menos, su tendencia a largo plazo.
1/ Precio del grano entregado a planta industrial o terminal portuaria de la zona de influencia de Rosario.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario