Según un informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de la entidad, durante este año, los valores de la hacienda al productor y la carne al consumidor se han disociado del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, el precio de la hacienda aumentó, en promedio, un 41%, y el de la carne al consumidor un 59%, mientras que el IPC registró un incremento del 107%. Este comportamiento se profundizó aún más en octubre, cuando los valores de la hacienda mostraron una evolución negativa: el novillo de consumo cayó un 0,6% y el ternero de cría un 5,6%.

"En nuestras recorridas por todo el país, acompañando a los productores, hemos escuchado su preocupación por las cotizaciones de las diferentes categorías bovinas. Este es un denominador común en las diferentes regiones", expresó Nicolás Pino, presidente de la entidad.

Por su parte, Carlos Odriozola, coordinador de la Comisión de Carnes de la SRA, sostuvo: "Las estadísticas reflejan claramente el retraso de los precios, lo que genera falta de certidumbre en la planificación de las inversiones por parte de los productores".

Cabe mencionar que este escenario interno se está dando con una exportación activa y creciente debido a la demanda internacional y las medidas que se adoptaron como eliminaciones de retenciones y desregulaciones internas.

Por último, el precio actual de la hacienda en pie se encuentra un 18% por debajo del promedio de los últimos quince años, en términos reales.