Con base en la información provista por referentes locales y con el cultivo aún pendiente de cosecha, se realizó la primera estimación de producción de trigo en La Pampa. Según esta proyección, se alcanzarían 697 mil toneladas, un volumen similar al de la campaña anterior, con un rendimiento promedio estimado de 18,4 qq/ha, lo que representa una disminución interanual del 12%. Entre los datos aportados por los colaboradores, se destaca el mayor rendimiento previsto en General Pico, con 27,6 qq/ha, mientras que en Damián Maisonave se proyecta un rinde de 12 qq/ha. Si bien en general las expectativas de producción son malas, algunos técnicos indicaron que, si la situación de escasez de lluvias se revierte en los próximos días, la estimación de cosecha podría aumentar.

Hacia mediados de octubre, el trigo en la provincia se encontraba en pleno período crítico, etapa clave en cuanto a la necesidad hídrica para la definición de rendimientos, y el 64% de los lotes presentaba entre regular y mal estado general, proporción que casi duplica la observada en septiembre. Este deterioro se atribuye principalmente a la escasez de precipitaciones durante lo que va del ciclo del cultivo hasta la fecha de relevamiento, agravada por las intensas heladas de julio y agosto. Según reportó casi la totalidad de los colaboradores, estas condiciones generaron síntomas de estrés hídrico y térmico en el cereal, con grados de afectación que van de moderado a alto.

Dadas las condiciones de baja humedad no se desarrollaron enfermedades en el cultivo, excepto un caso puntual de mancha amarilla (Pyrenophora tritici-repentis) en Dorila.  En cuanto a plagas, se reportó baja presencia de pulgón verde de los cereales (Schizapis graminum) en Ingeniero Luiggi, General Pico y Vértiz.

Contexto climático

Durante el mes de septiembre cayeron algunos milímetros en la región, sin embargo, el acumulado no superó el promedio histórico para la época. Si bien las lluvias contribuyeron a recargar la humedad del perfil, el agua útil continúa siendo escasa.