El consumo de carne vacuna en Argentina ha mostrado una notable disminución, alcanzando en septiembre de 2024 un promedio de 47,28 kilos per cápita. Este valor representa una caída interanual del 11,4%, o aproximadamente 6 kilos menos de carne por habitante por año(Lote-28.10.24). Comparando con la serie histórica, el consumo actual se encuentra entre los más bajos de las últimas dos décadas y media, lo que refleja una crisis en la demanda doméstica de este producto esencial en la dieta argentina.

El descenso en el consumo responde, en parte, a factores económicos que impactan tanto a los consumidores como a los productores. La capacidad de compra de los hogares está condicionada por la inflación y el retraso de los salarios frente a los precios de consumo, lo que limita el acceso a la carne vacuna. Aunque el Índice de salarios mostró un incremento del 200% interanual en agosto de 2024, los ingresos siguen rezagados en comparación con la inflación del 236,7% registrada en el mismo período, lo que implica una erosión del poder adquisitivo(Lote-28.10.24).

Dinámica de la Faena y Composición de la Oferta Ganadera

Durante octubre, el ritmo de envíos de animales a faena ha mostrado una disminución. El promedio diario de remisiones a plantas de faena se situó en 55.160 cabezas, un valor inferior al promedio de septiembre, cuando se registraron más de 58.000 cabezas por día(Lote-28.10.24). Este comportamiento apunta a una leve desaceleración en la oferta ganadera, aunque las vaquillonas muestran una excepción con un incremento del 6% en los traslados.

Una tendencia adicional que destaca en los datos de faena es el incremento en la participación de hembras en el total de cabezas enviadas a faena: en octubre, este índice alcanzó el 48,1%, superando el 47% del mes anterior. Este cambio sugiere un posible aumento en la faena de ganado de cría, lo cual es indicativo de que los productores están optando por la venta de hembras para equilibrar sus ingresos, lo que podría afectar la retención y reproducción a futuro(Lote-28.10.24).

Condiciones Climáticas y su Influencia en la Producción Ganadera

La mejora en las condiciones climáticas observada en octubre ha beneficiado ampliamente al sector. Las lluvias recientes permitieron una recarga de humedad en amplias zonas del este de Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos, y en parte del sudeste y este bonaerense. Este aporte hídrico es crucial para el desarrollo de pasturas y forrajes, favoreciendo el crecimiento de las reservas alimenticias que sostendrán al ganado en los meses venideros(Lote-28.10.24).

El fenómeno ENSO (Oscilación del Sur de El Niño) se encuentra en fase neutral, aunque algunos modelos pronostican una transición hacia La Niña en el trimestre noviembre-enero, aunque con menor intensidad que en años anteriores. De darse esta transición, las precipitaciones podrían reducirse hacia diciembre y enero, afectando la disponibilidad de agua y forrajes. Sin embargo, al menos en el corto plazo, la mejora en la oferta forrajera permite a los productores planificar un ciclo de engorde más prolongado, lo que podría traducirse en una mayor producción de carne por animal(Lote-28.10.24).

Perspectivas del Mercado de Exportación y Precios de la Hacienda

En el ámbito de la exportación, el mercado internacional muestra señales de firmeza, lo que representa una oportunidad favorable para el sector ganadero argentino. Brasil ha logrado recuperar precios gracias a la restricción de oferta en sus mercados internos, y la demanda de importación en Estados Unidos sigue siendo sólida, factores que apoyan el incremento de precios en las exportaciones(Lote-28.10.24).

A nivel local, la situación es distinta. A pesar de la relativa estabilidad en los precios de la hacienda en el mercado doméstico, la cotización de la carne vacuna sigue siendo baja. El novillito gordo, que cotiza alrededor de $2.000 por kilo, ha experimentado una caída del 18% en términos reales en lo que va del año, al compararse con el promedio de diciembre de 2023(Lote-28.10.24). La demanda interna permanece débil, y aunque la inflación de salarios podría brindar algo de soporte, la recomposición de los valores de la hacienda es limitada en el corto plazo.

Oferta Estacional y Presión sobre los Precios en el Mercado Local

La oferta de animales provenientes de feedlots, que tiende a aumentar hacia finales de año, ejerce una presión significativa sobre el mercado de hacienda. Los feedlots han registrado niveles récord de encierres en los últimos cuatro meses, y se espera que en las próximas semanas la oferta de animales terminados aumente. Sin embargo, la absorción de esta oferta por parte del mercado local es incierta, dada la situación económica y la caída en el consumo(Lote-28.10.24).

La presencia de una oferta elevada en feedlots podría prolongar el retraso en los precios locales si la demanda no logra acompañar el volumen disponible. Este escenario podría acentuar las dificultades financieras de los productores en el mediano plazo, ya que una prolongación en la fase de engorde implica mayores costos sin la garantía de una mejora en los precios.

Conclusiones: ¿Una Oportunidad para Retención y Crecimiento?

La reciente mejora en las condiciones climáticas y la estabilidad relativa en el mercado exportador podrían dar lugar a un panorama alentador para el sector ganadero en Argentina. Si las condiciones de humedad se mantienen hasta finales de la primavera y el verano no resulta tan severo, los productores podrían optar por un modelo de retención de hacienda, lo que permitiría aumentar el peso promedio de faena y mejorar la eficiencia productiva en el largo plazo.

La demanda interna, sin embargo, sigue siendo un factor de incertidumbre que limita la capacidad de recuperación de los precios. Aunque la mejora en el poder adquisitivo de los salarios es una señal positiva, el consumo aún enfrenta presiones que dificultan el repunte de la demanda de carne vacuna.

Fuente: informe Rosgan