Es de fundamental importancia, que las empresas, aún las minipymes, posean algún sistema que les permita determinar los costos de producción.

Esto no es solo una “obligación” para las empresas agropecuarias, sino que se traslada a todo tipo de empresa o emprendimiento (industriales, comerciales y de servicios).

Tal vez un pequeño descuido en el control de costos, las empresas no agropecuarias, tienen cierta posibilidad de corregir este error por medio del precio de venta, aunque no siempre es directamente proporcional, ya que el mercado también limitará este último valor.

En el caso de las empresas agropecuarias que, por producir comodities, tienen muy limitada la posibilidad de fijar el precio de venta, ya sea de granos, leche y/o la hacienda, se le torna muy difícil corregir la falta de control y eficiencia de sus costos de producción.

Esto puede impactar en menor rentabilidad cuando no, en resultados negativos.

Entonces, controlar los costos y ser más eficientes en los mismos, representa solo una parte de la mejora de los resultados del negocio, pero a esto le falta apuntalarlo con un inteligente proceso de planificación impositiva.

Si no apuntamos a aprovechar las distintas herramientas que se presentan en los diversos artículos de las Leyes impositivas, es posible que el esfuerzo obtenido en minimizar costos, se pierdan en parte por no planificar correctamente.

Solo a modo de un simple ejemplo: pensemos el esfuerzo que nos requiere una negociación en la compra de una maquinaria rural, si finalmente logremos un descuento en el valor de la compra de la misma podemos perder parte de los beneficios logrados en la negociación cuando nos anticipamos a la fecha óptima de adquisición en el ejercicio, porque depende de esta fecha el impacto del ajuste por inflación positivo, que tal vez absorba el beneficio del descuento.

Tener presente las distintas herramientas legales para obtener beneficios impositivos, es la compañera ideal del control de costos y la optimización de los resultados en empresas agropecuarias.

Fuente: Blycia