Luego de que productores detectaran fallas de control de Amaranthus palmeri en aplicaciones preemergentes en lotes de soja en Los Juríes (Santiago del Estero) a inicios de 2024, especialistas realizaron los análisis pertinentes y confirmaron la resistencia de un biotipo específico de Amaranthus palmeri (Ap62) al herbicida sulfentrazone.

Pero esto no fue todo, los estudios confirmaron que se trata en realidad de una resistencia múltiple, ya que esta nueva resistencia a sulfentrazone es combinada con dos resistencias previas a glifosato y herbicidas ALS (imazetapir, diclosulam y metsulfuron).

Es importante destacar que esta situación está circunscrita actualmente a un lote específico de la localidad mencionada, ya que no se han evidenciado situaciones similares en áreas cercanas. Además, A. palmeri no es la especie más dominante de este género en la región, siendo A. hybridus la de mayor presencia. Por ello, es crucial difundir esta información para que los productores de la región y de otras áreas presten atención a esta situación.

Sobre el estudio

El estudio de laboratorio que confirmó la resistencia fue liderado por el Dr. Ing. Agr. Ignacio Dellaferrera (ICIAgro- UNL-CONICET-FCA), el Ing. Agr. Eduardo Cortés (Investigador FCA-UNL y consultor privado) y el Ing. Agr. Federico Venier (consultor privado), quienes recolectaron semillas de la maleza en los lotes que evidenciaron fallas en el control y realizaron ensayos de dosis-respuesta en laboratorio, comparando su respuesta a dosis crecientes del herbicida en cuestión respecto de otra población de la misma maleza conocida como susceptible (denominada Ap60).

Asimismo, se realizaron pruebas similares en ambas poblaciones utilizando flumioxazin, un herbicida que comparte el mismo modo de acción que el sulfentrazone, donde el biotipo Ap62 resultó ser susceptible.

Los resultados obtenidos indican que la resistencia se encontraría en un estado inicial, comenzando a segregarse, por lo que desde la REM advierten que es el momento oportuno para implementar tácticas preventivas y evitar que este biotipo resistente se propague.

Análisis similares para glifosato y los inhibidores de ALS imazetapir, diclosulam y metsulfuron, revelaron que la población en cuestión resultó además resistente a estos herbicidas, para los cuales esta especie ya presentaba resistencia simple.

Antecedentes de resistencias en Yuyo colorado

En Argentina, se han descripto 27 especies de Amaranthus, siendo Amaranthus hybridus la de mayor importancia y dispersión a nivel nacional. Sin embargo Amaranthus palmeri, desde hace poco más de una década también se ha convertido en una maleza problemática en nuestro país.

Ambas especies se diferencian en varias características, como forma y tipo de inflorescencias, tasa y patrón de crecimiento. En cuatro a A. palmeri, prefiere suelos húmedos y perturbados, sitios excesivamente pastoreados en pastizales del desierto, bordes de caminos, vías férreas, campos cultivados y pasturas bajo riego.

A nivel mundial se han descrito hasta la actualidad 79 biotipos con resistencia a diferentes grupos de herbicidas: auxinas, ALS, EPSPS, HPPD, PSII y PPO.

Para el caso de los PPO, únicamente se habían reportado resistencias a los activos fomesafen, lactofen y acifluorfen, siendo esta resistencia el primer reporte internacional para la especie al PPO preemergente sulfentrazone, habiendo sólo un registro en el 2005 en Bolivia a este activo, pero de un biotipo de Amaranthus hybridus.

En Argentina en 2013 se confirmó la resistencia a los herbicidas clorimuron, Imazetapir, Diclosulam (Inhibidores de ALS) y en el año 2016 a Glifosato (inhibidores de la EPSPS).

Estrategias de manejo

El manejo de esta maleza es especialmente dificultoso debido a las resistencias y a la gran capacidad para dispersarse. Estudios en EE UU determinaron que una planta aislada de Amaranthus palmeri puede llegar a colonizar entre un 95 y 100% del lote en solo 3 años, por lo cual se debe implementar un programa de manejo tendiente a disminuir su capacidad de diseminación, integrando prácticas complementarias a las químicas.

El monitoreo frecuente (que incluya banquinas y bordes) con foco en recorridas post aplicaciones para detectar tempranamente posibles resistencias, la rotación de cultivos y la siembra de cultivos de servicios, los arreglos espaciales competitivos, la extracción de plantas aisladas en forma manual-mecánica y la correcta limpieza de la maquinaria, son las estrategias que destacan desde la REM.

En cuanto al control químico, el éxito está relacionado con el momento de la aplicación, que debe comenzar luego de la cosecha del cultivo estival, cuando pueden encontrarse plantas jóvenes que acortan su ciclo y son capaces de producir semillas tempranamente. En estos casos se recomienda el uso de glifosato en mezcla con hormonales y PPO quemantes (carfentrazone, piraflufen o saflufenacil). La utilización del doble golpe con paraquat luego de los herbicidas anteriores puede mejorar el resultado.

En la primavera pueden registrarse nuevas emergencias que también deben ser eliminadas con similar tratamiento que en barbecho, pero complementando con herbicidas de acción residual y mecanismos de acción diferente a los inhibidores de ALS. Las combinaciones de estos activos con diferentes mecanismos de acción y/o su aplicación secuencial puede mejorar el control y el período de protección.

Las aplicaciones de postemergencia deben ser complementarias a las prácticas culturales y a los tratamientos residuales. En soja, los mecanismos de acción diferentes al glifosato y a los inhibidores de ALS, son relativamente pocos y comprenden fomesafen y lactofen, solos o en mezcla con benazolin o cloroacetamidas. En maíz, los inhibidores de la síntesis de pigmentos (HPPD) como mesotrione, tembotrione, tolpyralate o topramezone, en mezclas con inhibidores del fotosistema II como atrazina son excelentes opciones. En cultivos con tecnología Enlist, el glufosinato de amonio en mezcla con 2,4D asegura control.

¿Qué podría pasar a continuación?

Desde la REM advierten que en Argentina se observa una marcada tendencia hacia el uso rutinario de herbicidas de alta eficacia y facilidad de aplicación, como es el caso de los PPO, lo que incrementa la probabilidad de resistencias.

Es por eso que si bien esta nueva resistencia se limita aún a lotes específicos del centro santiagueño, es esencial compartir esta información para que los productores presten atención a la situación y tomen medidas de precaución necesarias.

Además, la REM advierte que el sulfentrazone continúa siendo de alta utilidad en el control de A. palmeri y de Amaranthus hybridus, especie de este género de mayor dispersión en el país, por lo que es esencial cuidar su uso para mantener su eficacia.

Fuente: Expoagro