El recorrido del mes de septiembre tuvo un despliegue de lluvias muy sectorizado con la franja central del país sometida al hostigamiento de la escasez pluvial, principalmente en la zona núcleo, donde los registros fueron prácticamente nulos, forzando el uso de las pobres reservas que subsistían desde el mes abril. Recordamos que agosto fue un mes que interrumpió el patrón seco a gran escala y se esperaba alguna continuidad de este comportamiento, sin embargo, la circulación de aire retorno a una configuración poco usual, concentrando la humedad en el sudoeste de la región pampeana y en áreas tropicales del noreste del país. Los últimos fines de semana presentaron una marcada circulación de aire del sector norte, pero no con transporte eficiente de humedad, si generando jornadas muy cálidas.
El mapa que representa las lluvias acumuladas durante septiembre, afirma lo antedicho. Aparecen zonas del sudoeste bonaerense, incluso del este rionegrino, con muy buena provisión de lluvias. Por otra parte, el noreste del país, la zona tropical, con lluvias que avanzaron bastante bien hacia el oeste chaqueño, incluso algunos chaparrones alcanzando la provincia de Salta. Hacia el sur, el noreste entrerriano fue el más beneficiado.
Como podemos ver, toda la zona central quedo totalmente vedada de precipitaciones. Las lluvias que aparecieron sobre el norte bonaerense y el sudoeste entrerriano, son poco representativas de lo que son los niveles habituales para el mes de septiembre. Alguna mejora se ven sobre el sudeste de BA, pero esta zona también quedo corta de lluvias, aunque menos hostigada por el arrastre deficitario.
Se observaron buenas precipitaciones en el noroeste de la Patagonia, donde aún se vienen concretando muchas nevadas. Favorablemente los fríos intensos no han avanzado hacia la franja central del país, pero si se siguen concretando heladas sobre áreas del sur bonaerense, la última, esta semana.
La escasez extrema de precipitaciones sobre la franja central del país, tiene cierta vinculación con los vientos secos del oeste. Muchas jornadas del mes pasado presentaron fuerte incidencia del viento zonda. Este es un viento que no se proyecta hacia la zona núcleo. Sin embargo, el aire que avanza desde esta dirección deja una sequedad muy marcada.
Las lluvias registradas en septiembre, comparadas con los valores estadísticos (1973-2023), vuelven a dejar una señal similar a lo que mostró el final del otoño y el primer bimestre del invierno.
La estadística pluvial fue traccionada a niveles de escasez muy generalizados en la franja central del país. Esta complejidad pluvial no remite a condiciones dinámicas vinculadas al fenómeno La Niña, el cual se va desarrollando en forma muy incipiente y difícilmente cuando se afiance, logre una intensidad conflictiva. Las consecuencias de las malas condiciones de circulación regional tienen el mismo impacto y proyectan ya casi la mitad de la primavera con una señal negativa en la oferta de agua. La única ventaja radica en que los patrones de escala regional se mueven dentro de periodos de tiempo más cortos y es razonable esperar modificaciones positivas.
Las lluvias tuvieron totales más cercanos a los normales en el este de la Mesopotamia y en zonas chaqueñas. Se destaca la muy buena performance pluvial en la zona de influencia de Tres Arroyos, lo cual contrasta con el resto del sudeste de BA, aunque la lectura es buena para toda la costa sur bonaerense. El este rionegrino y parte del sudoeste de BA, también sumaron valores normales, pero son suelos livianos y es difícil sostener reservas cuando las lluvias se presentan espaciadas y coberturas que aumentan su consumo, aun con totales mensuales favorables. El noroeste de la Patagonia y parte de la estepa, también concluyeron septiembre con buenas lluvias, con la consabida modestia habitual que presenta este último sector, o sea, la estepa con pocos milímetros logra definir una anomalía positiva.
En cuanto al comportamiento térmico, el mes de septiembre mostro un cambio importante, sobre todo durante los últimos veinte días. Dentro de este periodo se afianzaron las temperaturas por encima de los valores normales, sobre todo durante los dos últimos fines de semana del mes. Las condiciones térmicas ayudaron muy poco en momentos en que los focos de incendio estaban muy activos en zonas de CB o en las islas del delta, fueron jornadas de mucha tensión, con cero alivio pluvial y temperaturas muy adversas. El control de los incendios estuvo claramente relacionado con la sagacidad de los cuerpos de bomberos, ya que la ayuda meteorológica solo llego con la rotación de los vientos al sector sur o sudeste.
En estos últimos días ha mejorado la oferta de agua en el centro norte del país. Es un indicio positivo que puede tener continuidad en la segunda quincena de octubre. De todas maneras, gran parte de la zona núcleo y las provincias de BA y LP, quedaron marginadas de estas lluvias. Es decir, hay un proceso de mejora en curso, pero todavía no es generalizado, ni mucho menos suficiente.