Además, este logro del INTA Reconquista es de impacto positivo directo sobre el crecimiento de los actores de la cadena artesanal y la trazabilidad de los productos.
12 de septiembre de 2024Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Linkedin Compartir en Whatsapp Compartir en Telegram

El algodón representa uno de los principales cultivos para las economías regionales de Santa Fe, Santiago del Estero y Chaco. Sin embargo, en sistemas minifundistas la oferta de equipamientos adecuados es muy limitada. Frente a este desafío, un equipo de especialistas del INTA Reconquista, Santa Fe, desarrolló un modelo prototipo de desmotadora mecánica de pequeña escala adaptable a las necesidades de la producción de pequeña escala, en articulación con La Red Argentina de Mujeres Algodoneras (RAMA).

De acuerdo con Doriana Feuillade -especialista del INTA Reconquista, Santa Fe-, “su diseño fue pensado para que se pueda trasladar a los diferentes puntos de mayor producción de fibra y generar la posibilidad de que se realice el desmote en el lugar, agilizando el trabajo”.

En esta línea, especificó: “Intentamos generar herramientas y maquinarias adaptadas a las diferentes realidades de producción. Esto es importante para fomentar el desarrollo productivo e integrar socioeconómicamente a diferentes actores de la cadena productiva. Esta desmotadora aumenta la eficiencia del proceso y mejora condiciones de trabajo y agregación de valor en escala minifundista y en la cadena completa”.

“De manera manual, el desmote insume 1 hora por cada 100 gramos de fibra y se realiza en momentos de descanso de las tareas domésticas. Con el proceso de mecanización mejoramos 10 veces el proceso en su eficiencia de tiempo y le damos continuidad a la producción”, aseguró Feuillade.

También, una pequeña fracción de muestra de cada lote se desmotó en la desmotadora del laboratorio del laboratorio de ecofisiología del INTA Reconquista. “La calidad de las muestras de fibra neta obtenidas de cada desmotadora se analizó comparativamente”, remarcó Antonela Cerijo, investigadora en algodón del INTA Reconquista.

Los resultados del informe detallaron que no se encontraron diferencias entre las muestras en la longitud (UHML), porcentaje de fibras cortas (SF), resistencia (Str) o Elongación (Elg): “La nueva desmotadora funciona correctamente, con un buen caudal de procesamiento y brindando fibra con la calidad adecuada”.

Según detallaron los especialistas, el prototipo fue sometido a cantidades superiores de fibra -desmotando 54 kilos en 66 minutos- y trabajó de manera continua, sin necesidad de realizar paradas para limpieza o mantenimiento. “El proyecto consideró el relevamiento, diseño, construcción y puesta en marcha de la Mini Desmotadora, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las familias agricultoras y artesanas de la Red, a través de una tecnología que permita mecanizar la tarea de desmote, que se presentaba como una limitación del proceso productivo”, aseguró Federico Pognante.

El diseño, paso a paso

De acuerdo con Alejandro Fabbro, integrante del equipo de mecanizacion agropecuaria del INTA Reconquista que estuvo a cargo del diseño, los objetivos eran “lograr una máquina con condiciones de seguridad para trabajar en un entorno no industrial, que sea compacta y posible de trasladar”. Como punto de partida, se tomó el concepto de una mini desmotadora de sierras antigua, existente en la industria, que cuenta con tecnología de desmote convencional.

Según detalló Fabbro, era “clave” utilizar elementos compatibles con otras desmotadoras vigentes en la región que permitiera el acceso a repuestos de elementos de recambio, así como modernizar el diseño para permitir la construcción con tecnologías de fabricación actuales, mejorando además la funcionalidad y la estética, optimizar el uso de materiales, cantidad de piezas y transmisiones; mejorar el acceso para tareas de limpieza y regulación.

Así, -detalló Fabbro- poder trabajar con diferentes lotes de algodón de manera independiente, considerando un futuro sistema de trazabilidad de la fibra; mejorar la visualización del proceso interno de desmote; y optimizar la potencia eléctrica instalada de la máquina y modernizar el sistema eléctrico.

Con el uso de herramientas de diseño mecánico asistido por computadora (CAD) se construyeron modelos tridimensionales y se generaron prototipos virtuales de los diferentes sistemas de la máquina. “Tomando como base el prototipo virtual construido (modelo 3D), se generó la planimetría completa y el cómputo de materiales, realizando un proceso de ingeniería y diseño asistido por computadora previo a la fabricación de piezas y montaje”, explicó.

En cuanto a la construcción y puesta en marcha, explicó que se realizó en el taller del INTA Reconquista y el proceso de montaje fue en dos etapas. Primero, se hizo el armado y puesta en funcionamiento para, luego, realizar las evaluaciones iniciales y el montaje definitivo”, recordó Fabbro. “Además, se ajustaron y finalizaron todos los elementos referidos al sistema de protección y seguridad”, agregó.

El dispositivo fue evaluado no solo por su capacidad de desmote y sino también para corroborar que los parámetros de calidad de fibra no sean afectados posterior al proceso.

Sobre dos lotes de fibra bruta de algodón, producidos de manera agroecológica y cosechados manualmente, se determinó que la máquina posee una capacidad de desmote de 1 kg de algodón bruto por minuto, trabajando de manera continua y sin inconvenientes.