El Gobierno nacional no cree en la magia y fundamenta la baja de la inflación en el superávit fiscal, fin de la emisión monetaria para financiar el desequilibrio de las finanzas públicas, congelamiento del gasto público, eliminación de la emisión endógena para pagar los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina que pasaron a manos del Tesoro y emisión monetaria cero hacia adelante.
Sin embargo, la actividad económica aún continúa resentida con caída de las ventas minoristas según la CAME del 15,7% en julio y 17% en el acumulado del año. El consumo masivo toca un piso en el interior del país con una leve suba del 0,1% y en el AMBA una leve caída del 0,8%, detectó Focus Market a través de Scannetch (lector de código en 900 puntos de venta de todo el país), aunque los volúmenes de venta continúan a la baja en términos interanuales: 12,4% para interior del país y 6,7% para el AMBA. A nivel industrial en julio 2024 la producción registró una caída anual del 17,8% y mensual (1,8%, sin estacionalidad) y baja de 18,7% en el acumulado del año.
En cuanto a los precios, la perspectiva es más alentadora. La política fiscal y monetaria del Gobierno logró moderar el incremento en varios rubros, lo que resultó en aumentos menores al promedio general. Entre enero y julio de 2024, el índice general subió 87%, aunque con notable dispersión entre los grandes desagregados.
Se pueden identificar dos niveles de precios. Por un lado, están los “frozen”, que experimentaron aumentos inferiores a la media y por el otro, los no frozen, con alzas mayores.
Además se diferencian tres categorías de productos y servicios:
Consumo masivo: Aquellos productos que son adquiridos con alta frecuencia por los consumidores, como alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene personal.
Básicos: Incluyen productos y servicios esenciales, como electricidad, agua y transporte.
Durables: Artículos que tienen una vida útil prolongada, tales como electrodomésticos y automotores.
En general, los precios de los bienes de consumo masivo presentan un comportamiento frozen, con algunos casos deflación, por ejemplo, el azúcar que disminuyó 14%, mientras que el arroz bajó 5%. También es real que estas categorías venían sufriendo fuertes aumentos previamente.
Otras categorías, como el aceite y el asado, están en proceso de congelamiento y muestran subas moderadas de 14% a 35%, respectivamente.
En contraste, entre los productos no frozen se destaca la sal fina, cuyo precio ha aumentado 161 por ciento.
El termómetro argentino muestra resultados distintos para la categoría de bienes y servicios básicos. En general, las variaciones de precios en esta categoría se sitúan por encima del promedio de 87%, sobresalen Comunicación y Educación con alzas de 144% y 118%, respectivamente. Otros servicios, como “entradas al cine” y “cortes de cabello” (tanto masculino como femenino), presentan aumentos de precios de 93° y 91°, respectivamente.
Por otro lado, los “servicios de salud” están experimentando un proceso de enfriamiento y se mantienen justo en la temperatura media. Además, se observan ciertos precios “frozen” en esta categoría, como las “prendas de vestir y calzado” y “recreación y cultura”, que han registrado variaciones de precios del 58% y 83%, respectivamente.
El enfriamiento económico implementado ha tenido un impacto significativo en los bienes durables. Con la excepción de las licuadoras, que han visto un aumento de precios del 93%, la mayoría de las categorías en este segmento están en una situación de “congelamiento”.
Por ejemplo, los “aires acondicionados” están en proceso de congelamiento, con una disminución del 50% en su precio.
Otros bienes durables, como “auriculares”, “motos”, “equipamiento” y “autos”, presentan precios “frozen” con variaciones de temperatura de 24°, 58°, 65° y 82°, respectivamente. En parte está baja de precios excede la política monetaria cómo único elemento sino la caída en las ventas y el alto nivel de stock en almacén.
Aunque los precios en el sector automotriz han sido afectados por el enfriamiento económico, la situación en términos de consumo muestra una tendencia caliente. Según ADEFA, las ventas de autos a concesionarias han mostrado signos de recuperación desde mayo de 2024, con un crecimiento mensual del 2.2% en julio.
Los precios “frozen” no son solo una tendencia observada en los datos, sino que también se reflejan en la realidad cotidiana de los consumidores. Un ejemplo tangible de este fenómeno se encuentra en los precios de ciertos bienes de consumo regular.
Por ejemplo, los precios de la carne, como el asado y el cuadril, muestran una estabilidad.
En julio, el precio del asado se mantuvo constante en comparación con junio, mientras que el cuadril sorprende aún más, con un precio que se encuentra un 0.6% más barato que el precio de junio.
Camino al fin del cepo
Tras un prolongado período de alta inflación, que alcanzó un acumulado de 211,4% en 2023 y variaciones mensuales de hasta 25,5% en diciembre de ese año, las recientes políticas fiscales y monetarias implementadas por el gobierno argentino están dando lugar a un notable cambio en el panorama económico. Aunque esto pueda parecer sorprendente para algunos argentinos, es real, los precios están subiendo a un menor nivel previo, alcanzando una inflación mensual de 4% en julio.
Esto indica que la política económica está avanzando hacia su objetivo de alcanzar una tasa de inflación de 2%. La estrategia adoptada por el gobierno parece estar alineada con sus metas de estabilidad económica.
Dentro de la política monetaria y fiscal “Frozen” el Gobierno tiene un nuevo desafío por delante y observa la tendencia de los precios mayoristas más que los minoristas. La evolución de los primeros marcan parcialmente el ritmo de los segundos. Hacia septiembre Economía ya anunció la baja del Impuesto PAIS para las importaciones de 17,5% a 7,5 por ciento.
Esto debería impactar sobre la variación de precios mayoristas durante ese mes y los siguientes. El objetivo es llegar a un nivel “Frozen” de 2% en la inflación núcleo, que son los precios de los bienes y servicios que no están afectados ni por regulaciones ni estacionalidades, por contextos exógenos a su política monetaria y fiscal.
De avanzar hacia ese nivel lograría equiparar las tasas de devaluación en 2% (crawling peg) con una inflación mayorista en ese nivel y núcleo hacia ese sendero. Esto le permitiría al Gobierno ganar tiempo hacia el levantamiento del cepo. Además, permitiría disminuir la densidad del bloque con el cual deberá enfrentarse el mercado cambiario intentando disminuir la brecha, la cantidad de pesos excedentes y mejorar las expectativas de reservas internacionales en el Banco Central de la República Argentina.
En la película Frozen el personaje de Olaf es un muñeco de nieve noruego creado por Elsa y Anna en su infancia. Noruega tiene el fondo soberano más importante del mundo que termina siendo un vehículo de ahorro e inversión para garantizar el futuro de las pensiones y la riqueza de los noruegos a partir de los ingresos derivados de la explotación de sus recursos naturales.
Hace sólo 2 años el economista noruego Finn Kydland, premio nobel de economía, expresó en una entrevista a DiarioAr: “La Argentina siempre estuvo en una buena posición debido a la extensión de sus recursos. Pero el problema siempre fue el alcance de las restricciones comerciales que impondría. Quiero decir que las restricciones comerciales siempre dañan la economía de una nación. Y la Argentina es un ejemplo de eso porque las restricciones son completamente innecesarias”.
A su vez, agregó: “Mi sospecha es que en Argentina hay demasiadas restricciones comerciales, lo que les dificulta aprovecharlas. Para que los recursos puedan aprovecharse como en Noruega parte tiene que ver con la política. Un gobierno típico dura cuatro años.
Entonces, en períodos de cuatro u ocho años, ha habido un gobierno de orientación izquierdista, el Partido Laborista, y luego otros períodos de cuatro u ocho años con una coalición de partidos más orientados a la derecha. Pero no se nota ninguna diferencia.
Evidentemente, hay una gran cantidad de acuerdos entre los políticos sobre lo que es una política razonable. Es parte del secreto de por qué a Noruega le está yendo tan bien”.
Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos expresó:“La estabilización macroeconómica es crucial para promover el crecimiento económico a largo plazo”.Estamos en un mundo “frozen” desde la actividad económica y la variación de precios. Pero ojo vivíamos en un mundo donde las antorchas de fuego estaban a la orden del día y la necesidades fiscales del gobierno conspiraban contra las económicas, financieras y sociales en las que vivía la población.
La micro es tan importante como la macro y no hay que perderlo de vista. Pero si hay que considerar que veníamos de un mundo con una macro desequilibrada y una micro crujiente hace décadas.
Fuente: Rosario Finanzas